POR una vez, curiosamente, el Gobierno central de Mariano Rajoy le ha salvado los muebles a la Junta de Andalucía de Susana Díaz. Le han dado un capotazo al AVE entre Sevilla y Málaga, que permitirá al Gobierno andaluz enterrar en la intimidad (es decir, sin ruido) la fracasada conexión de alta velocidad entre Sevilla y Antequera. Este era un proyecto de los tiempos rumbosos, de antes de la crisis, de cuando los gastos con las tarjetas y demás, que estaba presupuestado en unos 1.300 millones de euros, de los cuales la Junta ya gastó unos 280 millones de euros para nada, pues no conectará lo previsto.

En la provincia de Sevilla se pueden gastar 280 millones de euros en un proyecto inservible, inasumible e inacabado, sin que le pidan responsabilidades a nadie. Fue una alegría de otra época, ¡qué le vamos a hacer!, si ya no estamos en esos tiempos en los que tantas cosas curiosas sucedían. Ahora resulta que el Gobierno se gastará unos 50 millones para la conexión de Almodóvar del Río, de manera que por menos de la quinta parte del dinero que la Junta había tirado se recortará bastante el tiempo del viaje por AVE ente Sevilla y Málaga. Según dicen, podrá cubrirse en 70 minutos, cuando actualmente, a través de Córdoba, está en 115 minutos.

Ni unos son muy listos, ni los otros tan tontos, sino que éste es el AVE del mal menor. La conexión buena de verdad entre Sevilla y Málaga es la que pretendía la Junta, con el enlace desde la estación de Santa Justa hasta Antequera, a través de un recorrido semejante al de una A-92 ferroviaria. Con ello se hubieran incorporado al AVE los entornos de Osuna y Estepa, aparte de que la duración del viaje sería aún más breve: sólo 55 minutos. Por lo demás, basta con mirar un mapa para entender que se trata de enlazar un triángulo, y que la red descartada era el camino más corto, mientras la aprobada a través de Almodóvar del Río no acorta tantos kilómetros, pues está a las puertas de Córdoba.

Que el AVE entre Sevilla y Málaga sea rápido y eficaz es importantísimo para el turismo y los negocios. Debe facilitar las comunicaciones entre las dos ciudades andaluzas más pobladas. Es como un dragado sin necesidad de dragar, pongamos por caso, que deja a Sevilla a poco más de una hora de la Costa del Sol y viceversa. Este AVE del mal menor también nos recuerda que el proyecto de la Junta fue una buena idea, pero patéticamente ejecutada.