La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Afrontar la realidad no es xenofobia

Todas las preguntas sobre el yihadismo deben plantearse sin miedo a ser acusado de xenófobo

El ex convicto detenido el sábado en Pamplona por alentar a la comisión de atentados, delito por el que ya había sido juzgado en noviembre de 2018, se llama Allal el Mourabit y es de origen marroquí? Sí. ¿Los dos jóvenes estudiantes yihadistas residentes en Sevilla detenidos la semana pasada son marroquíes? Sí. ¿Uno es hijo del imán de la mezquita de Su Eminencia? Sí. ¿Uno hizo fotografías del Museo y la Biblioteca Militar de la Plaza de España poco antes del Día de las Fuerzas Armadas y el otro dijo a la Policía marroquí que preparaban un atentado en Sevilla? Sí. ¿Quiere esto decir que todos los marroquíes o españoles de origen árabe son yihadistas? No. ¿Quiere decir que islam y yihadismo son lo mismo? No. ¿Todos los terroristas yihadistas son musulmanes? Sí. ¿El islam tiene un grave problema interno de hermenéutica, es decir, de interpretación no literal de sus textos sagrados? Sí. ¿Tiene también un grave problema de convivencia entre sus diferentes corrientes y de ausencia de autoridades reconocidas que logren imponer criterios sobre la totalidad de los creyentes? Sí. ¿Las respuestas de las comunidades musulmanas es siempre tibia, o ni tan siquiera se producen, tras los atentados y nunca reconocen que el terrorismo yihadista (que también golpea a los musulmanes moderados) es un problema interno del islam? Sí. ¿La causa primera del yihadismo son los errores coloniales, la pobreza de muchos países árabes o la marginación de los musulmanes en Europa? No. Pues todas estas preguntas deben plantearse y responderse sin ignorar ninguna por miedo a ser acusado de xenófobo o de alentar la xenofobia.

El núcleo primero de la lucha contra el yihadismo debe estar dentro del propio islam. No vale que algunos imanes digan tras un atentado: "Esto no es el islam", "éstos no son verdaderos musulmanes". En España sabemos de esto. No todos los vascos eran etarras, pero todos los etarras eran vascos. ETA era, antes que nada, un problema vasco que ellos debían ser los primeros en desactivar. Recuerden el "¡a por ellos!" tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Siempre me asqueó la estupidez cobarde y biempensante del "vascos sí, ETA no". ¿Era ETA extraterrestre? Lo mismo sucede con el terrorismo yihadista. La inmensa mayoría de musulmanes moderados, también golpeados por él, son quienes deben encabezar la lucha contra estos terroristas, denunciándolos y condenándoles sin excusas.

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