EL Íbex 35 se dejó un 0,14% al cierre de mercado y logró sostener la cota psicológica de los 10.000 puntos. En la semana, el selectivo cedió un 2,2% marcado por la decepción del BCE. Sin embargo, la prima de riesgo española se estabilizó en los 105 puntos básicos.

En la última sesión de la semana, ACS lideró los recortes, al ceder un 3,6%. El mercado conoció que la constructora prepara una demanda contra el hedge fund Bodenholm Capital, después de que el cofundador de esta firma, Per Johansson, apuntara que el grupo español de construcción y servicios presenta irregularidades en su contabilidad.

Arcelormittal se anotó la segunda mayor caída, con un descenso del 2,6%. Telefónica perdió un 1,6% y otros pesos pesados, como BBVA (-0,6%) e Inditex (-0,4%) también se tiñeron de rojo. Banco Santander se desmarcó de esta tendencia al ganar un 0,3%.

En una sesión con mucha volatilidad, IAG y Caixabank lideraron las subidas, con ascensos del entorno del 1,5%. Iberdrola ganó un 1,4%.

El resto de principales plazas también prolongaron las caídas tras la decepción de las medidas del BCE. Londres perdió un 0,59%, París se dejó un 0,33% y Fráncfort, un 0,34%.

El Íbex acumula cuatro sesiones consecutivas a la baja en la última semana. Los bancos medianos fueron los grandes beneficiados, con Caixabank, Bankia y Sabadell subiendo más de un 4%. Por el contrario, ArcelorMittal (-13%) y ACS (-8%) fueron los valores más castigados.

En el mercado de divisas, el euro seguía reforzando posiciones respecto al dólar y la moneda única se intercambiaba por 1,0886 unidades al cierre de sesión.

El analista de XTB Rodrigo García explicó que la forma de actuar del instituto emisor "ha podido ser una manera muy elegante de pasarle el guante a la Reserva Federal y guardarse una buena baza para una guerra de divisas encubierta".

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