El Gobierno de la ciudad ha tomado la senda de la cordura en asuntos de fiestas mayores. Trabajo ha costado desde que mi Juan, que es el alcalde Espadas, dijera aquel 9 de marzo que habría Semana Santa mientras la Organización Mundial de la Salud no le convenciera de lo contrario. Yo es que veo al director general de la OMS, Tedros Adhanom, tan tostado y tan simpático, que me parece Juande Mellado, el director de Canal Sur Radio y Televisión, donde Álvaro Zancajo está en la aldea de los galos de su despacho de director de los servicios informativos, pero sin druida ni poción mágica, y sufriendo un verdadero asedio. Pues don Tedros debió telefonear a mi Juan. O tal vez fue Juande y mi Juan se confundió. Quién sabe. El caso es que por fin se suspendieron las procesiones. Y ayer se suspendió definitivamente cualquier Feria en el mes de septiembre. Sensatez se llama. Pero entonces nos surge la duda. A San Fernando le han quitado su día festivo para colocarlo en septiembre, una mudanza nada afortunada. Si no habrá Feria en septiembre, ¿para qué queremos el festivo a finales de ese mes? Es la hora en que mi Juan debe reflexionar y acordarse del 23 de noviembre, festividad de San Clemente, el día de la procesión de la espada por el interior de las naves de la Catedral, con la Corporación municipal bajo mazas. Ese día se conmemora nada más y nada menos que la reconquista de la ciudad por San Fernando en 1248. El Cabildo de la Catedral celebra de forma especial esta fecha con una serie de actos y una Eucaristía en torno a la figura del santo rey. La urna de San Fernando se abre a la veneración de los fieles durante dos horas y media. Por tradición, el alcalde de Sevilla porta la espada lobera del rey Fernando III durante la procesión, íntima y hermosa como pocas, y el concejal más joven lleva una réplica del pendón, pues el original está expuesto entre la portada de la Parroquia del Sagrario y la portada de la capilla del Bautismo. Los canónigos llevan las capas históricas rojas. Uno de ellos porta las reliquias de San Clemente. Los señores de la Orden de San Clemente lucen esas capas blancas que parecen fundas de las máquinas de coser, pero ellos quedan muy elegantones, que rima con blandones (del altar mayor). ¿Qué mejor año que este 2020 para que el festivo local tenga un verdadero sentido y no sea una solución de última hora? Además, el 23 de noviembre es lunes, así que el calendario se la ha dejado botando a mi Juan, que todo lo puede. ¿Pues no que a mi alcalde lo llamó el señor de la OMS que dirige Canal Sur? Ojú, ya me he hecho un lío. El encierro me confunde. En ocasiones veo tíos con capa.