Amanece lunes, festividad de la Merced por todo el día, y nos dice el calendario que el otoño entró hace ya un puñado de horas, justamente a la 03:54 de ayer, que fue domingo, por cierto. Eso dice el calendario, que el otoño ya está aquí, pero ¿se lo cree alguien? Ha debido entrar a cencerros tapados, con nocturnidad y sin hacer ruido, pues el calor sigue siendo la calor para permanencia de un verano que entró tarde, pero vaya si está alargando su estancia entre nosotros. Qué fin de semana más caluroso el que hemos sufrido y qué pocas sensaciones en pro de que el otoño auténtico, ese de hojas caídas, temperatura confort y luz matizada que lo hacen fantástico en esta ciudad nuestra se instale en nuestras vidas. Lo contentos que estábamos en aquellos benignos meses en que el verano se demoraba y hasta nos confiamos, pero no es así y a ver hasta cuándo dura.