Visto y Oído

francisco / andrés / gallardo

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LOS insultos suelen calificar a los que los pronuncian. Pedro J. Ramírez se ha sentido libre de tildar de "gilipollas" a los directivos de TVE. A esos responsables que con criterio decidieron renovar en un plazo razonable y con las limitaciones del consejo de administración un programa que ya había decidido escaparse a Telecinco. Norberto y Pablo Carrasco optaron por el cheque que les tendía Mediaset y el de los tirantes creyó ver intenciones de censura contra su persona cuando no fue entregado aquel En la tuya o en la mía. Los datos de audiencia de Mi casa es la tuya en Telecinco, por debajo de lo que anota esta cadena en prime time, como poco viene a ratificar que Pedro Jota interesa cada vez menos. En un delirio de ese egocentrismo, entre la arrogancia y un falso victimismo, el señor Ramírez ahora quiere otro programa para él solito donde pueda contarnos sus relaciones con el Rey y con los presidentes. Qué interesante. Estamos contando los días que quedan para poder verlo en la casa de Vasile. Pedro Jota, el que se acobardó el 23F, pisoteador de un modelo rentable de la prensa escrita en internet, dirigió la cadena más mala (mala y aburrida con avaricia) que ha tenido la TDT, Veo Televisión. Funciona por caprichos personalistas. Este lunes su diseñadora esposa tuvo una actitud más potable en la sala de masajes. El marido, con su pose clasista y snob, es de esos grillos que cantan a la luna ¿Por qué habla de periodismo de investigación cuando son sólo filtraciones? En el infinito universo de internet comienza a ocupar el lugar menor que le corresponde. Si quería ponerse a prueba, la indiferencia con que más o menos fue seguido este lunes, para disgusto de Mediaset, demuestra que Ágatha y Pedro J. son aguas pasadas. Y superadas.

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