IGNORO si 2009 es un Año Mariano. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia. Debería ser el Año de Mariano, el año en que Mariano Rajoy se confirme como líder indiscutido del centro-derecha o se dé el batacazo definitivo. Lo primero -indiscutido- no lo ha sido nunca; lo del batacazo siempre resulta posible, pero en época electoral es inevitable.

En 2009 Mariano pasará tres pruebas en las urnas. Hay elecciones en Galicia el 1 de marzo, la misma fecha bajo la que se cobijó ayer Ibarretxe para convocar las elecciones vascas, y hay elecciones europeas en junio. Ninguna es decisiva para la gobernación de España, ninguna determinará la política nacional. Pero las tres marcarán tendencias, confirmarán unas estrategias y desintegrarán otras, consolidarán o derruirán liderazgos.

Curiosamente, Rajoy lo tiene más fácil en Galicia y País Vasco que en los comicios al Parlamento Europeo. Mayormente, por la diferencia de expectativas con que el PP los afronta. En las elecciones vascas y gallegas, Rajoy, con mantenerse, va que chuta. En el País Vasco el PP se sabe fuera de juego. Con sacar un resultado digno ya tiene bastante, porque no puede aspirar a que un PSOE eventualmente triunfante forme una mayoría constitucionalista aparcando al PNV. Eso no está en la agenda de Patxi López.

En Galicia pasa algo parecido. Para salir victorioso, el PP de Feijoo necesita una mayoría absoluta que derrote al actual pacto PSOE-Bloque nacionalista. Ahora bien, la mayoría absoluta fue Fraga quien la perdió, de modo que no pueden echarle la culpa a Rajoy. Sería un gran éxito de éste y de su hombre gallego recuperar la Xunta, pero no un fracaso repetir lo de ahora: mayoría relativa que no puede gobernar por la alianza de socialistas y galleguistas.

Las elecciones al Parlamento Europeo son ya harina de otro costal. Resultan ideales para movilizar al electorado propio y hacerse con el voto de los descontentos con el actual Gobierno, muchos de los cuales jamás votarían al PP en unas elecciones generales, pero sí castigarían al PSOE sin asumir riesgos. Las euroelecciones son ideales para expresar estos malestares inocuamente. Ya ha ocurrido muchas veces en el pasado. Quizás ocurra en junio de nuevo.

Creo que supondrán la gran prueba del Año Mariano.Y no le va a ser fácil superarla: ayer mismo una encuesta colocaba al PP tres puntos por debajo del PSOE en votación popular. Y eso, con la que está cayendo... Con demasiados enemigos dentro, y demasiado encarnizados, tras haber perdido ya dos elecciones generales y sin posibilidad de ganar en Galicia y País Vasco, a Rajoy sólo una victoria sonada en las europeas le daría aliento. Si no la tiene, no llega al 2012.

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