En su autobiografía, Buñuel recuerda haber leído en la revista anarquista y anticlerical El motín: "Ayer por la tarde, un grupo de obreros subían tranquilamente por la calle de la Montera cuando, por la acera contraria, vieron bajar a dos sacerdotes. Ante tal provocación…". Pues se liaron a palos con ellos. Algo parecido sucedió durante la Segunda República: un entierro católico se cruzó con una manifestación y "ante tal provocación" -consistente en la presencia del párroco y la cruz parroquial- se liaron a palos con los enlutados deudos. Lo he recordado al leer cómo se justifica el ataque de un grupo de ultraizquierda al mitin de Vox en Vallecas, utilizando el muy democrático y pacífico medio de lanzar piedras y botellas contra los asistentes voceando -leo-"fuera los fascistas de Vallecas" o "a por ellos como en Paracuellos". Al final, 35 heridos y 4 detenidos.

Espero que todos cuantos jamás votaremos a Vox estemos de acuerdo en que tienen derecho a celebrar sus mítines donde les plazca. Y que reventarlos a pedradas, botellazos, insultos e incluso amenazas de muerte degrada gravemente nuestra vida democrática. Desde Unidas Podemos se ha culpado a los agresores con el viejo argumento de "ante tal provocación…". Para el ex vicepresidente del Gobierno de España y candidato Pablo Iglesias, "hoy los ultras han ido a provocar violencia a Vallecas… Frente a su odio, su violencia y sus provocaciones: democracia, justicia social y derechos humanos". Para la ministra Irene Montero, "L@s vecin@s de Vallecas defienden su barrio del racismo, del machismo, de la lgtbifobia, del odio al pobre. El problema es de quienes blanquean las provocaciones y la violencia de la ultraderecha". Y para la ministra Ione Belarra, "estaba claro que lo que buscaba Vox hoy en Vallecas era ganar votos en el barrio de Salamanca extendiendo su odio y su violencia. Abascal ha llegado incluso a saltar el cordón policial, provocando una carga. Gracias a los/as vecinos/as de Vallecas que han dicho no al fascismo".

Es tan preocupante como grave que quien ha sido vicepresidente y quienes son ministras del Gobierno de España justifiquen e incluso aplaudan la violencia y den por bueno que haya zonas de Madrid en las que un partido no pueda dar mítines sin ser agredido. Dicen que a Vox el incidente le viene bien. Cierto. Tan bien como a Pablo Iglesias ser increpado por unos ultraderechistas en Coslada.