Cuando seguimos en estado de estupefacción por el sacrilegio perpetrado por una pintora charra con la figura del gran Chicuelo y aún preguntándonos qué tipo de lance es el que pintó, vuelven los mano a mano en Cajasol. Un acto que ayuda a mantener la llama del toreo viva en un invierno que se hace especialmente largo para al planeta de los toros. De la mano de José Enrique Moreno, ese periodista que dio con la tecla adecuada para que la música del toreo suene, este acto se anuncia para hoy con dos figuras de reconocido prestigio. El toreo y la música, canto y cante en el nazareno Manuel Lombo junto a las buenas maneras de Finito de Córdoba. Dos artistas en lo suyo para que la cita tenga un atractivo más que suficiente como para que ese ágora de la cultura en la antigua Audiencia sea como un bien nutrido cuarto de cabales para revitalización del toreo.