ES curioso que no sepamos a ciencia cierta cuántas mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas. Y sigo preguntándome: ¿qué hacer para evitar que Manolo mate a Pepa? Para eso quizá haya que empezar desde el principio para ir tirando de hilo y llegar a la necesaria conclusión. Veamos: se trata de una pareja que vive en su casa cuyo territorio es privado, por lo cual ocurra lo que suceda dentro de la vivienda sólo lo saben quienes conviven con ellos. La primera que debe denunciar que está siendo maltratada físicamente y torturada psicológicamente es la víctima. Pero para que ella tenga agallas ha de saber dónde ir, a quién recurrir, y la seguridad de qué pasará después de dar ese paso que tanto miedo le da emprender.

Segundo: la familia debe ayudarle a romper con esa relación sin ningún miramiento olvidando las costumbres familiares de la España negra donde gritar, insultar, humillar y pegar a una mujer era cosa del matrimonio y de una relación pasional. A su vez los vecinos que escuchan las palizas a través de los agujeros de los ladrillos han de entender que esas paredes les unen a la víctima y no les separan porque sólo tienen que llamar a la policía para que ésta acuda de inmediato a auxiliar a la maltratada. Estarán salvando una vida y la de los hijos. Nadie debe dudar en dar la voz de alarma, ya que lo vecinos no serán delatados.

Un punto importante es alejar de inmediato al agresor e impedir por todos los medios que éste pueda tener contacto verbal o físico con su esposa o ex esposa evitando así para que éste la convenza de que es un hombre bueno a quien, un día, se le fue la mano. Por lo tanto es necesario un sistema de atención a los maltratadores más para controlarlos, retenerlos, que prioritariamente reintegrarlos a la sociedad. Hemos de tener en cuenta las culturas diferentes de las gentes a las que nos referimos. Eso de "aguanta, hija", debe quedar erradicado de la cabeza de nuestras abuelas y algunas madres. Hemos de educarles a ellas, también, para que entiendan que aquello no debe volver a repetirse nunca más. ¿Qué ocurre mientras tanto? Pues que la policía espera a que se ponga la denuncia para poder activar los mecanismos que les otorgan las leyes de violencia de género. Bien es cierto que hay que perfeccionar los sistemas de seguridad que están fallando. Entonces ¿cómo evitar que Manolo mate a Pepa?