Duelo en lo más alto de la montaña liguera como cierre de este primer Domingo de Adviento. Recibe el líder en el gran escaparate al tercero de la tabla, sólo dos puntos les separan y ambos con un partido por jugar para igualarse a la generalidad de esta Primera División tan atípica. Con el Barça descolgado no se sabe si para los restos, las posibilidades de proclamarse outsider aumentan y ahí anda el Sevilla, lo habitual últimamente.

Acude el Sevilla al Bernabéu con su sentido competitivo indemne, pero reconociendo que no es ese el rodeo que mejor se le da. Va a cumplirse la friolera de trece años sin puntuar allí. Aunque la última vez que pescó fue la pasada campaña, no fue en el gran escaparate donde lo consiguió sino en Valdebebas. La última vez fue en diciembre de 2008, entrenaba al equipo Jiménez y con un testarazo de Renato ganaba el Sevilla 3-4 a los de Bernardo Schuster.

Eso iba a costarle el puesto al alemán y le iba a proporcionar al Sevilla entrar en Zona Champions a costa, precisamente, del Madrid. Desde aquel 7 de diciembre de 2008 no gana el Sevilla en sus visitas al Real Madrid, por lo que esta cita de hoy se afronta con ánimos de romper una racha tan larga de infortunios. Lo cierto es que con Lopetegui, el Sevilla ha competido bien en Chamartín y en Valdebebas, donde logró un empate que bien pudo ser victoria.

Hoy llegan ambos en magnífico momento de juego y de resultados y con sólo dos puntos arriba los madridistas. Las rachas están para romperlas y el Sevilla está capacitado para que esa tan larga en el coliseo de la Castellana se haga trizas. Es un clásico de la Liga en el que pasó de todo a lo largo de los años y rara vez se dio con ambos contendientes tan igualados en la cima de la clasificación. Con permiso de la Real Sociedad, hoy podría romperse una mala racha y dormir de líder.