EL caso de La Cónsula es digno de estudio. Trata de cómo hundir una institución de fama internacional. Esta escuela pública andaluza de cocina, radicada en Málaga, pasa desde hace años por apuros financieros y burocráticos que han erosionado su prestigio y la han colocado al borde de la desaparición. Este despropósito merecería que se estudiara por el método del caso inventado en la Universidad de Harvard hace un siglo: sacar consecuencias generales de un caso particular. En sus 22 años de existencia, la cantera de La Cónsula ha dado cinco alumnos con estrellas Michelín y grandes cocineros esparcidos por España y el extranjero que han colocado a Andalucía, en la clasificación nacional, detrás de las grandes escuelas vasca y catalana de gastronomía.

Desde su inicio la escuela ha vivido de los fondos europeos para la formación y un restaurante prestigioso con casi un centenar de clientes diarios. Sus dueños son la Junta de Andalucía, con el 80%, y el Ayuntamiento de Málaga. Las ayudas a la formación en esta región no siempre han tenido un destino adecuado. En total, Andalucía ha recibido más de 5.000 millones de euros del Fondo Social Europeo, en los 30 años transcurridos desde la entrada de España en la UE. Casi un billón de pesetas. Sobraba el dinero a manos llenas y se malgastó. Ahí está el origen del despropósito y la corrupción detectados en los cursos de formación o los eres: mucho dinero y escaso control.

Cuando colapsó el sistema de subvenciones a la formación, esta escuela, con otras de distintos oficios y ubicación, pasaron de la Consejería de Empleo a la de Educación y empezó un marasmo de auditorías y burocracia. Ahora se pretende devolverla a la jurisdicción de Empleo. A nadie se le ha ocurrido que su sitio adecuado sería la Consejería de Turismo.

El prestigioso chef Dani García, ex alumno de La Cónsula con dos estrellas Michelín en su restaurante de Marbella, puso un tuit el viernes dirigido a la presidenta de la Junta en el que decía "somos andaluces, somos turismo, somos gastronomía y necesitamos formación". En su campaña para salvar La Cónsula, Dani arrancó a la presidenta la promesa de que "los chicos de La Cónsula cumplirán sus sueños". Esto no le ha evitado otras críticas en twitter. El actor Antonio Banderas ha reprochado de que se han comido sus palabras sobre los sueños y el chef José Andrés se ha preguntado cómo Susana Díaz puede espirar a liderar un país, cuando no puede salvar esa escuela.

Su director durante 12 años, Rafael de la Fuente, no se explica el súbito deterioro de esta institución. Andalucía fue un emporio de estrellas Michelín entre los 70 y los 90. Después se quedó sin ninguna hasta que llegó la hornada de La Cónsula en los 2000. La suerte de 88 alumnos y 36 trabajadores y el futuro de esta marca de mérito están en el alero. La escuela está cerrada. La Cónsula es una bandera de Andalucía que en este momento ondea a media asta, en señal de duelo.