SE le ha dado relativa importancia, casi ninguna, al último Egopa, a pesar de ser el primer barómetro del pulso político de Andalucía tras las elecciones europeas del 25 de mayo. Sin embargo, el Estudio General de Opinión Pública de Andalucía permite algunas deducciones no exentas de interés, porque relativizan algunas suposiciones. Siempre contando con que esté bien cocinado y las 1.200 entrevistas sean representativas. Lo más llamativo es que a pesar del efecto Susana, y a pesar de que a Moreno Bonilla apenas lo conoce uno de cada tres andaluces, el PSOE y el PP quedarían casi empatados. Con estos resultados Andalucía volvería a ser gobernada por un bipartito de PSOE e IU… O por un tripartito en el que entraría Podemos.

Anoto algunas conclusiones básicas: el PSOE, a pesar de Susana, está casi empatado con el PP, que avanza cinco puntos con respecto al anterior barómetro de febrero. El PP recupera votantes desde la abstención, debido a que empieza a notarse la mejoría económica, que es así, aunque fastidie a los agoreros. Y también se nota el miedo a Podemos, que es disuasorio para eventuales aventuras.

La lucha entre PSOE y PP por ganar se basará en ver hasta dónde influye Susana Díaz, la única que aprueba en este barómetro. Pero su tirón se ha frenado y parece estabilizado. No avanza y aún no ha conseguido seducir para llegar a la mayoría absoluta. Por su parte, el PP podría utilizar el voto del miedo, que otras veces se aplicó en su contra. Ahora hay miedo a los radicales. Pero, si quieren avanzar, deben rascar los votos de centro a los socialistas; y eso sólo se consigue con políticas moderadas, donde se contengan ciertos ímpetus casposos que otras veces perjudicaron.

Es curioso el trasvase de votos de IU a Podemos, que aparece con un 6,5% y llegaría al Parlamento. No es un éxito para ninguno. Está mal para IU, que pierde un 5% de votos, cedidos directamente a los otros. Y está mal para Podemos, porque sus resultados serían peores que en las elecciones europeas, quizá porque empiezan a ser más conocidos. Aunque habrá que ver la evolución de la izquierda en los próximos meses. En cuanto a UPyD, a la que se le da un 5%, lo más probable es que siguiera siendo extraparlamentaria. Los vientos que corren no van a su favor, ni por la derecha ni por la izquierda.

Pues sí, hay partido. Y nadie podría cantar victoria con esos resultados.