SESIÓN doble y con lo que hogaño se da en llamar derbi, como si por aquí hubiese otro derbi que el que enfrenta a los dos nuestros y que, dolorosamente por culpa del Betis, lleva ya casi dos años aparcado. El Betis recibe a mediodía al Recre y el Sevilla al Málaga a las muy lorquianas cinco en todos los relojes de la tarde. Dos choques de rivalidad regional, de una rivalidad que nos demostraba el pasado domingo una vez más que de fraternal tiene lo justito. Colisiones con rivales cercanos en lo geográfico, pero sin nada que ver con un derbi, que derbi es otra cosa, madre no hay más que una y a ti, por suerte, te encontré en la calle.

Una tercera derrota consecutiva sería para tentarse la ropa y debe el Betis evitar tentaciones veleidosas ante un Recre que se pasó toda la primera vuelta sin hacer pleno lejos del Conquero. La campaña bética está siendo admirable y el doblete de fracasos en Villarreal y Granada debería ser la excepción que no hiciese otra cosa que confirmar la regla. Por cierto, tampoco la admirable actuación que está cuajando Pepe Mel debiera menoscabarse por esa referencia incomprensible a una jueza que está haciendo por la normalidad del Betis más que un muy cuantioso número de béticos, conque a seguir como hasta aquí y a dar un paso más hacia la regeneración.

Y a las cinco, un choque que conlleva el morbo de ver a dos futbolistas muy queridos con otra camiseta. Llega el Málaga de Pellegrini y del jeque con el concurso de Julio Baptista y de Enzo Maresca. El primero consolidó al Sevilla a base de goles y luego de euros, mientras que el italiano fue clave en casi todas las finales que ganó el Sevilla de Juande. Es la presencia de ambos lo que más interés aporta a un duelo que debe resolver el Sevilla como ya resolvió el de la primera vuelta y el doble copero. No ganar es algo que ni pasa por imaginación alguna por muy buenos números que presente el Málaga de sus visitas a Nervión. Doblete enconado, pero nada que ver con derbis.