Recibió el Betis a un Ferencvaros con cero puntos en su cuenta y recibe el Betis mañana a un Levante con cero victorias en la suya. Dos balances feos y si el primero lo resolvió la tropa de Pellegrini con solvencia eso es lo que se espera de la cita de mañana. El Levante tiene buenos números en Heliópolis y con un jugador que ha hecho más de un estropicio en el redil verde, blanco y verde, el indudablemente peligroso Comandante Morales.

Tiene el Betis un horizonte complicado, pero con una muy buena renta de puntos. Gran renta y mejores sensaciones después de aquella semana negra de las tres catástrofes inesperadas. Pero ese ciclo de desgracias no puso nervioso a Pellegrini, que sigue a lo suyo. El andino continúa con un sistema rotatorio en el que apenas hay intocables. Cambian los laterales, la pareja de centrales, algún media punta y se alternan los arietes sin que al ingeniero le tiemble el pulso.

Podría decirse que sólo tres futbolistas gozan de un estatus de titularidad incontestable. Son Guido, Canales y Fekir, especialmente los dos últimos, quienes no suelen apearse de la alineación de salida. Los demás entran y salen, llamando mucho la atención qué pocos son los minutos de Lainez en cancha. Y está el caso de Joaquín, titular en Europa y con poco protagonismo en la competición doméstica, aunque bien podría predecirse que la Copa va a devolverle minutos.

Y con ese temple lleva al grupo Pellegrini, el técnico veterano que desterró de un plumazo el estigma de Griguol. Mañana a la hora de comer llega el colista y ya sin Paco López, aquel entrenador que pasó del milagro a la defenestración. Sin pausa alguna, Alcoy, Barcelona, Glasgow, Real Sociedad, Bilbao... Un calendario intenso y exigente, como para no hacer rotaciones en este tiempo en que tan ilusionada está su fiel infantería. Un panorama para apretarse los machos.