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Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

El Betis, al parón con las sensaciones muy mejoradas

De campana a campana le salió el fútbol por las botas y se hizo perdonar lo del martes en Getafe

Resurgió el Betis de sus cenizas getafeñas y lo hizo a lo grande, mediante un quite con el que se hizo perdonar su horrible imagen del martes. Fue un soliloquio el partido del equipo de Pellegrini en Mestalla sin darle la mínima opción al Valencia. Canales y Tello con sus goles certificaron la victoria, pero con una pizca de acierto a la hora de la verdad, tanto de Fekir como de Sanabria, la goleada hubiera podido ser escandalosa.

Se trataba de despejar una incógnita ciertamente inquietante, la de a ver con qué Betis íbamos a toparnos en la noche valenciana, si el sólido de los inicios de curso o el que hizo el ridículo en Getafe. Y los inicios son tenebrosos con madrugadora tarjeta a Bartra y gol valencianista invalidado justamente. Pero a partir de esos desajustes los jugones se adueñaron de la pelota para que el Valencia persiguiese sombras y viese cómo con una virguería de Canales se abría el marcador.

Anteriormente ya el portero valencianista había rechazado un cabezazo a quemarropa de Sanabria. Era, por entonces, un buen Betis que debe irse a camerinos con más ventaja en el marcador frente a un Valencia que era un sosias del de sus anteriores comparecencias como local, pero podía pasar cualquier cosa, pues resta un mundo. Y lo que pasa tras el intermedio es una versión corregida y aumentada de lo ocurrido anteriormente, con el Betis siguiendo su monólogo.

Resuelta la incógnita, pues, Tello aumentaría la ventaja tras un jugadón del eterno Joaquín, al que la ausencia de público lo privó de salir de su antigua casa en loor de multitud. Fue un segundo tiempo modélico del equipo sevillano con el pero de no haber concretado ni un ínfimo porcentaje de ocasiones creadas. Y ahora, el parón, al que el Betis va con la conciencia tranquilizada gracias a un recital de fútbol que le sirvió para hacerse perdonar y para ver el horizonte más despejado.

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