ESPERA la nieve en el páramo soriano y las previsiones meteorológicas son amenazadoras para la semana próxima con especial énfasis en las lluvias que se temen para el miércoles, día en que deberá jugarse el aplazado choque con el filial barcelonista. O sea que la meteorología no viste de verde, blanco y verde, pues si la nieve pone en peligro lo de esta tarde en Los Pajaritos, la lluvia puede hacer lo propio con el Betis-Barcelona B bis. Y es que si lo que llovió el otro día inundó el campo, con lo que prevén los expertos para el miércoles resulta utópico que pueda cumplirse el partido con el equipo nodriza del Barcelona.

Y si la meteorología amenaza, las declaraciones de la defensa de Lopera abren una nueva vía de esperanza. Y es que sería magnífico que se demostrase que Lopera no sólo no ha saqueado al Betis sino que fue el gran prócer que la mayoría vio en él. Que un autoproclamado bético hubiese vaciado al club de contenido sería lo que está siendo, un dolor, una tristeza enorme. Joder, un bético robándole al Betis, un bético que salvaba al Betis por su padre y por ese su hermano Luis que lo llevaba a Heliópolis en una amotillo. Ojalá sea cierto lo que dice su defensa, aunque lo que sí sé que no tiene defensa es que el saqueo sentimental del Betis es un hecho consumado.

De empresa modelo a un paso de la suspensión de pagos, de no estar en el RAI a pasar a la cuenta de morosos de una ferretería. Ojalá se demuestre, bien sabe el Cielo que sería de desear, que Lopera no vació la caja y que todo se debe a una simple gestión errática. Porque algo ha debido causar que el por siempre Real Betis Balompié ande acuciado de deudas, o ha sido la mala fe o la inoperancia de un analfabeto. Quiere decirse que por una u otra causa, a Lopera le debe caer, al menos, una orden de alejamiento de Heliópolis por maltratador o por torpe. A todo esto, el Betis posiblemente juegue esta tarde en Soria con permiso de la autoridad y si la nieve lo permite.