Las empinadas cuestas

Amparo Rubiales

Bibiana Aído / Utoya

ESTE es un pequeño homenaje compartido entre Bibiana Aído, por su nombramiento como asesora especial de Michelle Bachelet en ONU mujeres, y los/as jóvenes socialistas asesinados en  la isla de Utoya y aunque es difícil unir ambas cosas, porque Bibiana, afortunadamente, está bien viva, sé que es solidaria con esas personas asesinadas en el terrible atentado discriminado del 22 de julio, que nos tiene sobrecogidos.

Bibiana se comprometió con la política, como las víctimas de Utoya, formando parte de las Juventudes Socialistas desde los 16 años. Llegó a ministra de Igualdad con 31, la primera mujer con esa cartera, que nadie entendió, y por eso buscaron su muerte política desde el primer momento; recuérdese la que se formó porque dijo miembras, palabra no aceptada por la RAE, pero que terminará estándolo porque, como tantas veces me ha dicho su ex director, esta sólo da fe de la lengua que hace la sociedad. Aceptarán miembras, como han hecho con tantas otras palabras, previo escándalo de los machitos.

Se la ha ridiculizado y criticado hasta extremos increíbles, por ser mujer y la ministra más joven de la democracia. Ha habido ministros, uno de Presidencia con 33 años, otro de Trabajo con 34, pero eran hombres y en ellos la edad no importa. Ser ministra, mujer, 31 años, en un ministerio nuevo, dedicado a la Igualdad, les pareció insoportable, por eso mediáticamente la han machacado, aunque políticamente ha crecido tanto que ha conseguido por méritos propios formar parte del organismo mundial más importante para la causa de las mujeres, y tiene toda la vida por delante, precisamente por lo joven que es. Ha hecho muchas cosas, sobre todo que la igualdad forme parte de las agendas políticas europeas, y las ha hecho muy bien.

Otros y otras jóvenes socialistas noruegos no tendrán ya más oportunidades. En la matanza de Oslo el monstruo asesino, muy macho, estaba en contra de las mujeres y de los valores de la socialdemocracia, por eso no le gustaba que su país se convirtiera en un país de  "nenazas" y  quiso asesinar su futuro, pacífico e igualitario. Esa matanza no ha sido la de un "loco", quería exterminar a esas personas porque tenían esas ideas y matarlas también a ellas, como  hacen los fundamentalistas cuando actúan. Van, sin piedad, contra las personas para que estas no puedan ni expresarse.

Bibiana está viva, y simbolizo en ella a tantos/as jóvenes de los que luchan por la democracia real, esa que quisieron matar en Noruega. No lo conseguirán mientras haya tantos que como ellos/as sigan vivos. Bibi: por nuestros compañeros/as asesinados, adelante siempre. El futuro es vuestro.

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