COMPLICADO resulta encontrarle explicación a cómo la mujer española ha podido encontrar la plena satisfacción sexual antes de que apareciera en sus vidas la ministra Aído. No sé cómo ha podido guardarse ausencias durante tantas generaciones sin saber lo que esta joven ministra gaditana, miembra egregia de lo mejor de la familia socialista de esta tierra, está enseñando ahora con cargo al presupuesto. Que una partida considerable se dedique a subvencionar la "investigación del mapa de inervación y excitación del clítoris y los labios menores" es una gran noticia y un magnífico descubrimiento si no fuera porque desde antes de la manzana ya Eva sabía dónde tenía el dedo y dónde estaba su clítoris. Y lo descubriría sin plan de investigación subvencionado alguno, sin tocar para nada el presupuesto del Paraíso, que para tocar ya sabría ella dónde y cómo tocar. Si no fuera por ti, Bibiana...