Visto y oído

Francisco / Andrés / Gallardo

Borgias

JEREMY Irons encarna al papa español Alejandro VI, patriarca de los Borja, en la serie Los Borgia, el esperado estreno de la cadena de pago yanqui Showtime para el próximo año y que viene a relevar a otra sangrienta ficción de intrigas palaciegas, la del Enrique VIII de Los Tudor. Rebusquen por youtube y verán un avance de este nuevo mosaico de sexo, drogas y religión. Los cardenales catódicos siempre han dado mucho morbo y Irons mira de reojo como nadie.

Antena 3 financió hace ya un lustro una aceptable visión de Los Borgia, pasada primero por los cines y después convertida en miniserie, que compensó su evidente limitación de medios con cierta imaginación y mucho empeño, aunque la mayoría de los actores estuvieron por debajo de las exigencias del proyecto. Las sienes de Lluís Homar, durante tantos años siempre unido al Quimet de la adaptación de La plaça del Diamant, se pusieron de moda desde entonces. Nuestro Borgia no paró de trabajar desde que pasó por el Vaticano y ahora es quien da más sustancia a Hispania. Nadie en España vio señales en el éxito de Los Borgia: la historia televisada siempre tiene su público, y tuvo que surgir Los Tudor para que algunos se dieran cuenta. Homar también estuvo ahí, olvidado, durante trienios.

Los Borgia norteamericanos son herederos del Londres del siglo XVI. Una historia recortada de estampas, con cierto rigor enciclopédico, algo de fantasía y bastante de espectacularidad, que termina siendo un producto siempre interesante, digerible y reflexivo. Una fórmula que parece fácil, pero que aquí, en España, nadie ha tenido redaños de acometerla con todas las consecuencias si exceptuamos a La princesa de Éboli. Tenemos las historietas de Águila Roja y de Hispania, pero son juguetes al lado de Los Tudor. Con cualquier momento de nuestra Historia, con cualquiera de nuestras cortes, daríamos sopas con honda a Showtime.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios