La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Boxear con fantasmas

Guerra sabe quién es Franco porque luchó contra él cuando embestía, no lanceando un toro muerto

Cuando Alfonso Guerra nació Hitler se zampaba Europa con la aquiescencia de Stalin (¡qué corta es la memoria de los de la memoria histórica: los alemanes conquistaron toda Europa gracias al pacto entre nazis y comunistas que les dejó las manos libres!) y sólo hacía un año que Franco había ganado la guerra. Su infancia se desarrolló en los años más duros de la dictadura: el filonazismo hasta 1945 y la autarquía hasta 1951. Hijo de un suboficial vencedor, sí, pero ello deja suponer lo tormentosa, además de arriesgada, que debió ser su decisión de afiliarse a las Juventudes Socialistas en 1960 y al PSOE en 1962. Apenas empezaba la era desarrollista abierta por el plan de estabilización del 59 y se iniciaban las muy limitadas aperturas del Gobierno de los tecnócratas del 62.

Guerra vivió bajo el franquismo 35 años y militó contra él -el de verdad, no el momificado- durante 15 años. En el 74 -insisto: con Franco vivo- fue clave en el giro de Suresnes, al igual que lo fue en la Transición y en el XXVIII Congreso y en el Congreso Extraordinario del 79, en los que, dimisión de González de por medio, se dio el definitivo paso socialdemócrata. Estar en política en esos años tampoco era fácil ni agradecido. Los golpistas conspiraban y ETA les ayudaba con una escalada de asesinatos que pretendía desestabilizar la naciente democracia: de un asesinato en 1975 se pasó a 18 en 1976, 12 en 1977, 64 en 1978, 84 en 1979, 93 en 1980, etc. (también en esto parece flojear la memoria histórica de muchos).

Guerra sabe quién es Franco porque luchó contra él cuando embestía, no lanceando un toro muerto; sabe cuánto costó la Transición porque ayudó a construirla; sabe cuánto vale la democracia -y qué frágil puede ser si se hacen tonterías o se atacan sus fundamentos constitucionales- porque pertenece a la espléndida generación de políticos que la hizo posible; y sabe qué es el PSOE porque es uno de los autores de su deriva socialdemócrata europeísta.

Pues este señor, militante antifranquista de los de cuando Franco vivía, ha dicho en los cursos del Escorial, dirigiendo su aguijón (¿recuerdan el Guerra avispa de Peridis?) contra Sánchez y el sanchismo: "Boxear con los fantasmas del pasado... no. Ya hizo sufrir mucho Franco a España como para que estemos todo el día alrededor de Franco… Se murió, está enterrado y ojalá que la piedra esa que tiene encima se le hundiera. No me interesa nada".

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