Sabatina que ilusiona ésta de hoy, pues vuelve el fútbol oficial aunque sea lejos, muy lejos. Y en el cartel, un equipo que está grabado en letras de grueso calado en lo mejor de la historia del Sevilla, el Schalke 04. De nuevo, fútbol de verdad, no ese enlatado que trae recuerdos buenos, malos y regulares y que nos llega de la mano de la tele. Hoy, también por televisión y así será hasta no se sabe cuándo, pero, al menos, no conocemos el resultado.

Se juega en el fantástico Signal Iduna Park -antiguamente llamado Westfalenstadion-, estadio propiedad del Borussia Dortmund, club que en verdad se llama Ballspielverein Dortmund, casi nada. Y lo de esta tarde en dicho coliseo es lo que viene a calificarse como derbi de la Cuenca del Ruhr, la cuenca minera donde se ubica Gelsenkirchen, localidad donde mora el Schalke 04. Un partido, por tanto, ideal como portada para lo que resta de la Bundesliga.

Y eso de portada ideal para la reanudación me suena tan cercano que bien puede paliar nuestra sequía. Si la Bundesliga abre con un derbi, también aquí se reanudará todo, si es que se reanuda alguna vez, nuestra competición doméstica. Si los alemanes reabren la actividad con el derbi de la Cuenca del Ruhr, en un mes, ya veremos si más o menos, se prevé el retorno de la normalidad para nosotros con el derbi de los derbis de otra cuenca no menos importante, la del Guadalquivir.

Menos da una piedra, de ahí que un partido de la Bundesliga nos concite tanto interés. La sequía futbolística que nos inflige el confinamiento hace que acojamos ese partido entre alemanes como acoge la metadona un drogadicto. Ni nos va ni nos viene, qué más da que gane el Dortmund del deseado Haaland o el Schalke que fue de Raúl, Rakitic y Escudero. Lo que importa es que vuelve el fútbol oficial y con derbi, como dicen que también será aquí... cuando sea.