TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

Caballería sevillana

Mientras todos los 23 de noviembre se siga brindando por Taxdirt el espíritu de los jinetes seguirá vivo en Sevilla

Si hay un viejo oficial que represente a la Caballería en Sevilla ese es Luis Rivero. Había que verlo el pasado martes en el acto de conmemoración de la carga de Taxdirt, en el patio de Capitanía, encuadrado en la formación de la asociación de los antiguos miembros del regimiento Sagunto 7, con su chapiri gastado por el uso, su bastón y su porte de jinete. Luis Rivero es un fin de raza que todavía huele a caballo, a escuadrón de plazas montadas, a cuero de botas altas, a polvo acumulado en los breeches. Hablar con él, recordar algunas anécdotas de la antigua Caballería, fue una de las muchas alegrías que nos deparó la jornada. Ya me había avisado María Fidalgo, mi antecesora en el cargo de mantenedor, que el acto en honor a los jinetes del Regimiento de Cazadores Alfonso XII no era cualquier cosa: "Siempre digo que si me dieran el Pulitzer, el Goya o el Oscar no me gustaría ni la mitad de lo que me gustó el Taxdirt", me escribió en un correo de enhorabuena que desde aquí agradezco (también los consejos). Lo mejor fue ver a los que siguen manteniendo viva la memoria de un arma que nunca debió de perder su sitio en Sevilla: Fernando Abancens, Julio Escamilla, Fernando Rivero, José Barranca, Miguel Ángel Pérez Bravo, Juan María del Pino y muchos más... contemplarlos en formación, con los chapiris ladeados con chulería de veterano, manteniendo el tipo en la umbría del patio de Capitanía, pese a los achaques que ya algunos deben tener, firmes cuando tocaba, en descanso cuando así se ordenaba. Y después de cumplido el rito con disciplina y marcialidad, el encuentro de franco compañerismo en el Salón de los Planos -bajo la mirada burlona de Isabel II y la sufriente de su desafortunado marido, Francisco de Asís- para dar buena cuenta de un tinto Futer y un menudo que podría resucitar a toda una división.

Da igual que el abandonado Cuartel Alfonso XIII ya sólo acoja cigüeñas y grafitis, que en el Jueves aparezcan las olambrillas con las lanzas y la cruz de Santiago, que actualmente no haya ninguna unidad del arma en la ciudad, que los tiempos no sean proclives al esprit de corps de los jinetes... mientras estos soldados se sigan reuniendo el 23 de noviembre para levantar su copa en honor a los hombres que cabalgaron hacia la muerte en Taxdirt, la Caballería seguirá siempre viva en Sevilla. También la de los viejos jinetes que ya se fueron (Gonzalo Parladé, Miguel Mendaro, Alfonso Borbón, Antonio Sánchez-Moliní, Emilio Molina...) pero que en su día dieron vida a un regimiento que, como indicaba su lema, daba nombre a su nombre.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios