Visto y oído

Francisco / Andrés / Gallardo

Calentito

LA pantalla se calienta como los armatostes de los 70 que tenían que arreglar, como un cirujano, aquellos técnicos reparadores que se presentaban en casa con sus maletones llenos de válvulas...

La hemorragia publicitaria de La noria va a más. Las empresas han puesto la cruz sobre el programa de Jordi González y me temo que Telecinco va a tener que dar de baja, como poco, a la marca de su programa del sábado. No parece que vaya a ser un calentón pasajero. La madre de El Cuco va a producir que La noria, con tal nombre, se desmonte.

Telecinco, de todas formas, mantiene su influencia, y como socia estrecha y salvadora de Prisa saca partido de los Ondas. El año pasado con la distinción a Susanna Griso pareció escocer el olvido a Ana Rosa Quintana. Estaba cantado que, por compensación, el caballo alado recayera en la líder matinal. Ana Rosa se lo merece por muchos años de perseverancia en la radio y en la tele y, también, por su trayectoria en las mañanas (su programa, como buen contenido de Telecinco, es capaz de sorprendernos por arriba y por abajo). Pero tal vez este año no era el más indicado. De inmediato se ha recordado cómo se extrajo la confesión de la ex esposa de Santiago del Valle.

La puesta en escena del debate a cinco en TVE estaba más lograda que el cara a cara entre Rubalcaba y Rajoy. Un programa demasiado desperdigado y diría que de tono amable dentro de lo que podía ser un 'espectáculo dialéctico'. El coste de ese debate de presunta segunda división habrá sido mucho más barato que el del lunes. Y en estas va la Comisión de Telecomunicaciones y rectifica las cifras y anuncia un mayor ingreso para TVE que permite salvar el cuello a la corporación ante la llegada de unos tiempos de cambio. Pues al final va a resultar que Alberto Oliart era mejor gestor de lo que decían sus endiablados consejeros.

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