Calor sin playa ni piscina

Otra semana se podrá ir a la playa, aunque no se sabe cuándo. Quizá cuando haya muertos por una ola de calor

Entró, entró, dice la gente loca de contenta. Sevilla ya ha pasado a la fase 2. ¿Ah sí? Mira qué bien. ¿Y para qué, María Jesús? A la gente le va a dar un patatús. Igual que se puede elegir, en ciertos menús, entre carne o pescado, cuando hace más de 38 grados en Sevilla hay que optar entre playa o piscina. Aquí no hay playa, a pesar de ciertos intentos, desde los tiempos de María Trifulca. Aquí no tenemos la Barceloneta, que en la fase 0 ya está llena. Sin embargo, hay playas en las provincias de Huelva y Cádiz, que también han pasado a la fase 2. Han tenido más suerte que Málaga y Granada. Huelva y Cádiz están a una hora en coche, o así, por lo que es posible incluso ir, bañarse y volver en el día. Otra semana será, aunque no se sabe cuándo. Quizá cuando haya muertos por una ola de calor.

Para el baño también existe una genial temporada de piscinas (algunas municipales), de las que este año no se informa apenas. En la fase 2, a partir del lunes, ya se pueden abrir. Pero con cita previa y con turnos. La gente pensará que en vez de ir a una piscina van al médico del ambulatorio. Oiga usted, que he llegado tarde, ¿por qué número van? Por el bañista 34.

Con las piscinas pasa como con las casetas de Feria. Las hay particulares. Y no es lo mismo la piscina del Labradores que otras de la periferia. No es clasismo de cacerola, sino realismo, que se comprueba según los casos. Personas sensibles opinan que para ir a una piscina repleta de canis y con música ambiental de Rosalía es mejor ducharte en casa, incluso con agua caliente.

Para ponerse morenos o morenas, los sevillanos y las sevillanas no pueden ir a las playas, y a las piscinas va a ser difícil. Siempre les quedarán las azoteas, que han sido un descubrimiento del confinamiento. ¡A tomar el sol con alerta amarilla en Sevilla, chiquilla! Así como los patios de las casas antiguas aportaban frescor, las azoteas rezuman sol y calor. El moreno para Juanma, que cogobierna poco. Este finde, cuando los termómetros rondarán los 40 grados, las azoteas se asemejarán a la parrilla de San Lorenzo. Es un martirio.

Entre las medidas de los sabios del Gobierno (cuya sabiduría se discute), apareció un informe del CSIC, según el cual el agua de las piscinas y las playas es más fiable que los ríos. Desde Triana se nota. Es muy improbable la transmisión del coronavirus en el mar y en las piscinas. Pues la sal del mar no favorece el contagio. Y el cloro que se echa a las piscinas tampoco.

Sin embargo, al sevillano y a la sevillana, el Salvador (Illa) los han condenado al fuego, como si la idea hubiera sido de Satanás. La verdad es que se parece.

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