Camarón eterno y nuevamente en el foco con un documental que trae ciertos visos de originalidad y en el que, aunque llueve sobre mojado, se ofrecen interioridades de la vida del genio. Interioridades que se refrescan más que se desvelan, pues desde aquel malhadado jueves barcelonés de julio del 92, la vida y milagros de José Monje Cruz han sido diseccionados a babor y a estribor de forma prolija. En este documental, el mayor aporte novedoso está en la voz de Juan Diego por lo que de rancio engrandece la obra. Quizá el desgarro de su calvario y muerte se haya acentuado más de lo que ya estaba con el dramático "maíta qué es lo que tengo" con lo que visó su pasaporte para la eternidad. La película la vi en pase reservado con abundancia de partidarios y ahí sí quedó palmariamente claro que está hecha para regocijo de los que ya conocían de pe a pa al personaje.
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