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las dos orillas

José Joaquín León

Campaña en Cuaresma

DIJO Rubalcaba que los del PSOE van con los sindicatos igual que los del PP iban con los obispos. Esto no significa que los obispos tengan la culpa de la reforma laboral, aunque Benedicto XVI sea alemán como Angela Merkel (siempre el que manda es un alemán, así en el Vaticano como en Bruselas), sino que cada cual elige a las compañías que prefiere. Rubalcaba es más de Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo que de monseñor Rouco o monseñor Blázquez (aunque a este último le colaron a Soraya de pregonera de la Semana Santa de Valladolid y no le hizo gracia). Rubalcaba está últimamente muy sindical y muy anticlerical, se le nota que ya no gobierna y se aproxima la campaña andaluza. Pero esto también se les nota a otros.

Basta darse una vuelta por la Avenida de la Constitución o por la Plaza Nueva, para ver cómo es una campaña o precampaña en Cuaresma. El lunes por la tarde estaba el alcalde Zoido y algunos concejales cargando las andas del Señor de la Salud, de San Nicolás, por el andén del Ayuntamiento. Cargar con la cruz, hacer penitencia, soportar el peso de los pecados propios y ajenos es recomendable ante una Cuaresma y ante una campaña donde se peca siempre en demasía. Zoido no iba acompañado por ningún obispo, porque uno estaba esperando en la Catedral y otro no pudo. Pero Zoido muere con algo que suene a capillita, desde antes de ser alcalde y después con más motivo, como todos los alcaldes, incluido el anterior, que era del partido de los que van de la mano con los sindicatos. Así, el jueves Zoido inauguró una exposición cofrade en el Ayuntamiento.

Una tarde antes de que Zoido inaugurara la exposición Domus Aurea y dos tardes después de que cargara las andas, algunos ilustres del PSOE iban con los sindicatos manifestándose por la Avenida. Pasaron ante la Catedral sin hacer estación. Fue cosa rara, porque casi siempre que pasan se quedan unos cuantos dentro, realojados, aunque no llueva. La manifestación no era para protestar por los precios de las sillas de la carrera oficial, sino contra la reforma laboral que ha aprobado Rajoy, por indicación de la alemana que también se la impuso antes a Zapatero, aunque con menor éxito en las manifestaciones. Unos 30.000 mal contados, dicen que había.

No sabemos lo que nos vamos a encontrar por la Avenida, si un vía crucis sin obispos o una manifestación con sindicatos, depende de la tarde. Eso es a cruz, o a cara. Por suerte, en Sevilla hay sitio para todos. Incluso hay alguno que, sin dejar de ser él mismo, una tarde va de vía crucis, otra se manifiesta, una vez va con los de Rubalcaba y, en su momento, de nazareno en una cofradía de negro. Es lo que pasa cuando se está en Cuaresma y en campaña.

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