URGENTE Pedro Sánchez se retira de la vida pública hasta el 29 de abril para pensar si seguirá de presidente del Gobierno

La campaña electoral andaluza no levanta, duerme mecida por la mano maestra del eterno partido gobernante. Ambiente que augura una participación baja, inferior al 60% según las últimas encuestas. Empieza un largo ciclo que en año y medio va a aclarar el mapa político. Andaluzas el 2 de diciembre; municipales, autonómicas y europeas el 26 de mayo de 2019; generales como tarde en junio de 2020 e inmediatamente después las vascas y gallegas. Así que en esta campaña es inevitable el inicio del pulso hispano español, con los grandes temas nacionales: salida del embrollo catalán, reforma constitucional y nuevo diseño del estado, competencias y financiación territorial, reforma fiscal y defensa de la sociedad del bienestar… Y de momento la discusión regional es de muy baja intensidad.

El PSOE le pone sordina; hará los mínimos debates en televisión, a pesar de que TVE y Canal Sur han propuesto muchos. Los socialistas van por delante en las encuestas y no quieren riesgos; Díaz no le ganó a Moreno ninguno de los dos de 2015. La oposición de derechas imita el tremendismo de Trump. Los jefes del PP, Casado y Egea, dicen que la Junta gastó mil millones en putas y cocaína o emplea más dinero en prostitución que en educación. Las NNGG tachan a los ex presidentes de ratas o de gastar el dinero "en drogas y puticlubs". En paralelo, Marín, el candidato más débil a la Presidencia, intenta abrir un hueco en el alboroto. El jefe de Ciudadanos quiere hacerse perdonar su apoyo al Gobierno socialista los últimos tres años y medio, y ahora descubre que en Andalucía "hay una dictadura".

Con estas valiosas contribuciones a su causa, la presidenta tiene blindado su flanco derecho. Las dos últimas encuestas, de medios tan dispares como La Razón y eldiario.es, coinciden en sus resultados. Simplificando: PSOE 45 diputados, PP 29, Adelante Andalucía 22 y Cs 13. PP y Ciudadanos no sumarían más que el PSOE, y AA mejoraría a Podemos e IU separadas. Con un resultado así, a la presidenta le bastaría con la abstención de la coalición de izquierdas en una segunda votación de investidura para ser reelegida.

Susana Díaz está encantada de haberse conocido y pone su mejor sonrisa para las miles de fotos y selfies a los que se entrega con pasión a diario. Esa es su campaña. Esa, y decir que estamos en una región récord en empleo, crecimiento, PIB y exportaciones, que tal parece que esto fuese Luxemburgo, Baviera o la región de París. Y en sus respuestas en cualquier entrevista hace siempre una ecuación: quienes la ofenden a ella, insultan a Andalucía. Si Pedro Sánchez copia el estilo de Justin Trudeau, Susana Díaz prefiere el de Jordi Pujol en sus años de gloria; él era Cataluña, ella es Andalucía. Con todo el carril del centro a su disposición, en modo partido nacionalista andaluz, el PSOE-A camina entre sonrisas y récords hacia la victoria soñada, con una campaña dormida.

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