Complicado digerir la tragedia de antier noche en Praga, pero la vida sigue, anoche ya hubo Liga, asoma un domingo de alta tensión en el doble duelo con Barcelona, Luis Enrique dio a luz su lista de seleccionados y el bombo suizo le pegó un regate a los amantes del morbo. Quiere decirse con esto que Messi sólo podría colisionar con Cristiano o con Guardiola el 1 de junio, fecha en que el Metropolitano acogerá la final de Champions.

Pero aparte el doble duelo con Barcelona, lo que nos coge más a mano es el grupo que ha elegido Luis Enrique para los choques con Noruega y Malta. En él tenemos una considerable representación del fútbol según Sevilla, pues cuatro son los futbolistas que hoy defienden pabellón sevillano más tres naturales de aquí como Sergio Ramos, Fabián y Ceballos. Se esperaba la presencia de Pau López y Canales, pero no tanto las de los sevillistas Navas y, sobre todo, Sergi Gómez.

Queda claro con esto que Luis Enrique es un verso libre dentro del panorama doméstico y sus razones tendrá para dicha elección, que doctores tiene el fútbol... Me alegra el retorno de Jesús Navas después de una ausencia demasiado prolongada y en la que tuvo mucho que ver la utilización que de sus servicios hizo Guardiola durante sus cuatro años en Manchester. Lo que no sabemos es si el seleccionador lo quiere como defensa o de extremo, el puesto donde mejor se maneja.

Lo de Canales no por esperado alegra menos, pues estamos ante un ejemplo claro de superación tras tanto quirófano como soportaron sus rodillas. Tras aquellos percances, en la Real nunca fue titular indiscutible, lo que sí ha logrado en el Betis de la mano de su paisano Setién. Sin duda, el manejo que el técnico ha llevado a cabo con Canales ha sido fundamental para que el jugador se reenganche a la élite. Y es lo que pasó en un viernes de pesada digestión y de noticias agradables.