PUBLICÓSE una vez hace años, bastantes años, una viñeta del gran Forges que retrataba la realidad sobre los masivos movimientos migratorios que se producen en las fechas punta del verano. Una colmena de pisos con todas las ventanas encendidas en medio de la noche. Una sola frase con flechas procedentes de todas las ventanas: ¿Vamos a emprender viaje a las cinco de la mañana para evitar los atascos? Eso era entonces, pero hogaño todo el día son las cinco de la mañana. Los atascos son continuos según se ha demostrado este fin de semana en que doblaba el cabo de julio a agosto y las carreteras estaban igual de atascadas en ambas direcciones. ¿Han quedado insuficientes nuestras vías? Y el colmo, en el peaje de Las Cabezas, con colas desesperantemente kilométricas a cualquier hora del día, como se temía en esa viñeta de Forges de hace no sé cuántos años.