Es indudable el éxito de las bicicletas en Sevilla. Una idea bien planteada y con la topografía y clima a favor ha conseguido que seamos una ciudad para la bicicleta. Claro que se ha logrado con medidas concretas como la implantación de más de 150 kilómetros de carril bici y servicios públicos y privados de alquiler de bicicletas.

Los viajes en coche o en moto han descendido, pero no lo suficiente. El transporte público ha mejorado, pero no lo suficiente. Los debates de galgos y podencos (metro o tranvía, en superficie o subterráneo...) no ayudan. Por no mencionar los planes de control del tráfico en el centro. Pon cámaras, quita cámaras, corporación tras corporación. Hay sevillanos que ya no lo recuerdan. No me extraña.

El hecho es que la media de la Unión Europea de conseguir un 49% de los desplazamientos en la ciudad en coche o en moto aún nos parece lejana. Daríamos un salto en esa dirección si tomáramos medidas claras a favor del peatón.

Ese conjunto de medidas podría equivaler a la idea de instalar un carril peatón. Ya sé que es una obviedad y que los peatones no necesitan carril. Pero es para visualizar la idea. No es una idea nueva pero es necesario plantearla y que tenga eficacia.

En octubre de 2014 el Consejo Económico y Social de Sevilla presentó un dictamen en el que se apoyaban los desplazamientos a pié en la ciudad. Para ello planteó, entre otras medidas, las siguientes: "...Priorizar el desplazamiento y la estancia peatonal en zonas residenciales y comerciales. El espacio peatonal debe ser continuo. Mejorar el espacio peatonal en relación al mobiliario público mal ubicado, haciéndolo compatible con el desarrollo de la actividad empresarial. Exigir el cumplimiento de las ordenanzas de ocupación de la vía pública, garantizando el paso de todas las personas y especialmente de aquellas con movilidad reducida. Priorizar el desplazamiento y la estancia peatonal en zonas residenciales y comerciales. Favorecer y mejorar los desplazamientos peatonales de largo recorrido, teniendo en cuenta que los itinerarios que excedan el ideal de 500 metros deben contar con conexiones con los modos de transportes públicos. Peatonalizar, extendiendo su concepto más allá de las zonas históricas de la ciudad y en cooperación con el fomento de otros usos como la bici y el transporte público...".

Además, en 2104 se aprobó el anteproyecto de la Ley de Movilidad Sostenible de Andalucía. De ese texto destacamos el Artículo 23. Desplazamientos al trabajo a pie y en bicicleta. 2. Las Administraciones públicas para una adecuada gestión de la demanda de movilidad, podrán adoptar medidas de carácter fiscal, que fomenten los desplazamientos a pie o en bicicleta al trabajo.

Y nosotros podríamos decir: ¿dónde hay que firmar? Las ideas y las líneas de actuación están claras. Aplíquense ya.