PARECE una incongruencia que surja la posibilidad de edificar una mezquita en un lugar destinado al desarrollo y al progreso, en una tecnópolis. No es de recibo que porque se nieguen en redondo los vecinos de Los Bermejales se intente construir la mezquita en Cartuja sin consultar a esa sociedad Cartuja 93 encargada de gestionar la zona. Y por lo pronto, Cartuja 93, que es filial de la Junta, le ha pegado un palmetazo a sus correligionarios del Ayuntamiento diciendo que nones, que con la mezquita a otra parte. Cierto es que con la cantidad de musulmanes que se han incrustado en el tejido social sevillano, la mezquita no puede faltar, cómo va a poder faltar una mezquita en esta Sevilla tan acogedora, tan crisol de razas y creencias. La mezquita necesita un lugar donde levantarse a la mayor gloria de Alá, pero extraña en un Consistorio tan laico ese celo que demuestra por erigir un templo religioso.