La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Catecismo de la izquierda jurásica

Revive la izquierda que convirtió "ama y haz lo que quieras" en "sé de izquierdas y haz lo que quieras"

Pablo Iglesias ha dicho dos frases contradictorias. Se ve que está aprendiendo de su nuevo mejor amigo Pedro. Por un lado ha dicho: "A todos se nos juzgará por lo que hagamos"; y por otro: "No nos atacarán por lo que hagamos, sino por lo que somos". No se puede afirmar dos cosas más opuestas.

Con la primera frase, toda persona sensata ha de estar de acuerdo. Lo bueno para la mayoría, lo positivo para la nación y todo lo que suponga mejora de las condiciones de vida debe celebrarse, sea cual sea el color político de quien lo haga. Lo contrario es el cerrilismo partidista y burriciego de quien sólo ve bondades en los suyos y maldades en los otros. Ilustres citas lo avalan, desde el Nazareno ("¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo?") a Machado ("la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero") pasando por Cervantes ("cada uno se conoce por sus obras").

El "no nos atacarán por lo que hagamos, sino por lo que somos" representa lo contrario: el partidismo autoabsolutorio de quien se cree justificado con independencia de sus actos por la bondad de la ideología que profesa, la adaptación que tradicionalmente ha hecho la izquierda de ritos y fórmulas de la Iglesia: el cuerpo de Lenin exhibido como el de los santos; el revisionismo combatido como herejía y los disidentes, purgados como herejes; el Catecismo de la doctrina socialista publicado en 1928 por el histórico socialista vasco Felipe Carretero y el Catecismo comunista editado en 1932 por Bergua -subtitulado Verdadero compendio del Comunismo, que todo partidario de esta idea debe saber de memoria-; o la conversión del "fuera de la Iglesia no hay salvación" de San Cipriano y el "debemos siempre tener, para en todo acertar, que lo blanco que yo veo, creer que es negro, si la Iglesia Jerárquica así lo determine" de San Ignacio en "es preferible equivocarse con el partido del proletariado que tener razón contra él" de los comunistas.

Entre estas adaptaciones también figura la conversión del "ama y haz lo que quieras" de San Agustín en el "sé de izquierdas y haz lo que quieras": no te puedes equivocar porque -otra vez el catecismo- la izquierda es, como el Cielo, el bien sin mezcla de mal alguno y la derecha, como el infierno, el mal sin mezcla de bien alguno. Por este camino sigue transitado la izquierda jurásica de Unidas Podemos.

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