Acaba de recibir el Eslava el premio a la mejor barra de España, pero ha decidido quitar los veladores del mejor sitio de la ciudad, al que el gran Paco Gallardo califica como la Plaza Chica de San Lorenzo. El lugar, situado al amparo de la fachada norte de la parroquia, es un oasis con todas sus bendiciones, una especie de edén donde se está en la gloria. Bueno, pues ya no podrá usted cenar a la luz de las estrellas en dicho rincón y ha sido por propia voluntad de su dueño. Ha decidido prescindir de esa fuente de ingresos por una razón, la de que la calidad del servicio iba resintiéndose. A la segunda queja ha dicho el hombre que muerto el perro se acabó la rabia y como no encuentra personal con la profesionalidad debida para atender esa parte del negocio ha decidido eliminarla. Ojalá Sixto Tovar dé con profesionales adecuados y volver a disfrutar de ese paraíso.