Visto y oído

Francisco Andrés / Gallardo

Churris

Osea, supernatural. Va la chiquilla y anuncia por el móvil: "que si churri, que con la propuesta del PP de vivienda semiprotegida a precio limitado compraremos sin agobios nuestro primer piso". Del tirón. Y en ese momento me quedo esperando la continuación, como si fuera un diálogo de Aída. Pero después sale un camionero pontificando a los compañeros a través del walkie y una doctora de Médico de familia, con su enfermo y todo, alabando las promesas del PP. Sólo falta el Luisma. Los anuncios electorales del 2008 parecen sacados de Cruz y Raya. Como a lo largo de estos años a los políticos populares les han endiñado por el humorismo progre, han adaptado a la telecomedia sus mensajes y al final en lugar de salir Buenafuente aparece (demasiado) bronceado Javier Arenas. En el PSOE también han encargado minisodios de ficción, pero con tendencia lírica, como el pensionista que se arregla de domingo, como si se fuera a un baile, para "votar con todas sus fuerzas".

Esto es lo que tiene esta alargadísima campaña electoral, que se confunde con gran facilidad la realidad y la ficción, la media verdad y la mentira a medias. Los anuncios de PP y PSOE tienen un punto de partida original, concebido para el espectador actual, pero como juegan con cartas tan marcadas, causa risa. Sin embargo El Follonero intenta hacer reír con sus recursos de docu-reality en Salvados por la campaña y al final provoca vergüenza ajena, repartida entre el reportero que se plagia a sí mismo, los políticos con baboseo y las pandas que los rodean. Esta noche, además, veremos el más lento spot pergeñado por Arenas y Chaves: el cara a cara de los desplantes infantiles. El PP ha simulado patalear durante semanas y, en el último minuto, ha pasado por el aro de la RTVA. El careta a careta va a ser de bostezo. Todo muy churri, churri, dirá la del anuncio.

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