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PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Ciencia bajo el despilfarro

EN una España con el agua al cuello, agobiada por la falta de alternativas y soluciones, debería mirarse más que nunca hacia lo que pueda dar de sí nuestra producción científica, aunque fuera como tabla de salvación psicológica para no perder la esperanza en un futuro desahogado. Sin embargo, en la rivalidad electoral, y en el sálvese quien pueda del recorte más grande, la ciencia sigue siendo considerada una maría donde da igual ocho que ochenta.

La Sociedad Española de Bioquímica y Biología Molecular, que preside el sevillano Miguel Ángel de la Rosa, ha dedicado un número de su revista a la política científica en España y a la ciencia en los programas electorales. Lo tienen claro: el nuevo Gobierno ha de desarrollar la Ley de Ciencia creando una Agencia de Financiación y Evaluación de la Investigación. Pero no como el enésimo organismo político para enchufados, sino con el modelo del European Research Council: regido por científicos, con criterios científicos y al margen de vaivenes partidistas.

La piedra de toque de lo buena o mala que sea la política científica del PP está en el Centro Príncipe Felipe, de Valencia. De la grandeur inicial en 2005 por parte de la Generalitat levantina se ha pasado a un ERE drástico, con la extinción de 108 contratos y 13 grupos de investigación. Barbaridad condenada en los mentideros internacionales, desprestigiando a España. Todo por obra y gracia de Rubén Moreno, que va a salir como diputado en la lista del PP por Valencia. Hace dos años, los científicos de dicho centro solicitaron que abandonara la dirección del mismo. En la citada revista, que pueden ver en internet, lean el artículo de la investigadora Deborah Burks sobre cómo Moreno dilapidó el dinero con errores de bulto en la gestión.

Si Rajoy lo lee, puede que se arrepienta de tener un diputado de ese perfil. No, no son tiempos de euforias y de dar botes en un mitin. Y menos en la plaza de toros de Valencia, donde tantas veces piropeó a Camps, y ahora lo tienen más escondido que el PSOE a Zapatero, con la economía regional y sus entidades financieras en caída libre.

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