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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Cifuentes y otros infiltrados

Lo de Cifuentes es a la vez un regalo al invicto PSOE-A y un amistoso guiño a los independentistas catalanes

Aveces parece que en política hay más infiltrados que en la película de Scorsese. Imaginen a Pedro Sánchez como un Di Caprio infiltrado por el PP en el PSOE para cargárselo -despiadado González en el Foro Joly: "Sin cultura de partido, ha intentado hacer lo mejor que sabía… Pero, probablemente, no sabía"- devaluándolo electoralmente, tonteando con Podemos y dividiéndolo. O imaginen a Cristina Cifuentes como un Matt Damon infiltrado por el PSOE en el PP para dañarlo a nivel nacional y cargárselo en Andalucía

Lo de Cifuentes es a la vez un regalo al invicto PSOE andaluz y un amistoso guiño a los independentistas catalanes. Al primero le ha obsequiado una manipulación de la realidad fiscal fácilmente desmontable, logrando a la vez ofender a la mayoría de los andaluces e irritar a los populares; y para empeorar las cosas ha envuelto el regalito en un griterío que lo hace aún más irritante. A los catalanes les ha hecho el guiño de asumir el lema -"La España subsidiada vive a costa de la Cataluña productiva"- que la extinta CiU utilizó para promover el referéndum secesionista. Por este camino acabará haciendo suyas estas respetuosas, veraces y solidarias palabras de Francesc Homs: "Aquí hubo una gente en el siglo XIX que decidió hacer la revolución industrial, mientras pastoreaban cabras en otros lugares del Estado español".

Señora Cifuentes: es cierto que Madrid, Cataluña, Baleares, Valencia y Navarra son las únicas contribuyentes netas a la solidaridad interregional, siendo el resto receptoras y Andalucía la que más recibe. Pero también lo es, si se tiene en cuenta el PIB y el número de habitantes, que hay cinco comunidades que aportan menos y reciben más que nosotros. Pero no es este juego con los datos lo más grave, sino el tono irritantemente despectivo, arrogante, paternalista y prepotente con el que ha dicho a gritos que "los madrileños están pagando 3.000 millones de euros para que los andaluces tengan sanidad, educación y demás". No es la mejor forma de enfrentarse a la insolidaridad independentista, de cumplir el "juntos estamos mejor, porque la unidad garantiza la igualdad y la solidaridad entre españoles" que proclamó Rajoy en su investidura y de fomentar la confianza de los andaluces en su partido, señora mía. El PSOE-A lo ha hecho de regular a mal, y por eso estamos como estamos. Pero su partido lo hace peor, y por eso los socialistas gobiernan Andalucía desde 1982.

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