BIENVENIDO Pepe Mel a la que dice ser su casa, en este primer domingo del año reaparece en escena ese Betis, por siempre Real Betis Balompié, que Juan Merino revitalizó a base de testiculina y sentido del compromiso. Esta tarde, a un naranjazo de Madrid, tiene el equipo verdiblanco la posibilidad de redondear repóquer de triunfos consecutivos, pero, como bien se encarga de advertir el reaparecido y deseado manijero, no será tarea fácil.

Y la verdad, la cruda realidad del presente bético, es que nada es fácil para este equipo en una Segunda División tan rústica como complicada. Alcorcón no es una excepción, pero sí confirma la regla y su rodeo no ofrece atractivo alguno como para meterse en el partido a favor de querencia. Pero no sólo es el lugar de autos lo que complica la cosa, ya que el equipo madrileño anda olisqueando la zona noble gracias al buen trabajo del experto Pepe Bordalás.

De esta guisa colegimos que el año arranca para el Betis tan esperanzador como no exento de dificultades. Según Mel, curiosamente se trata del partido más difícil para este Betis que tan a la deriva fue con Velázquez y al que recompuso Merino en un alarde que parecía impensable. Abunda Mel en que el Alcorcón es el rival más difícil que ha tenido el Betis en los últimos dos meses. Ya sé que es corriente lo de sobrevalorar al rival para que el éxito pueda considerarse mayor, pero...

Está obligado el Betis, así debería ser al menos, a que una cita en dicho pueblo madrileño le sea propicia, pero la vida es muy dura y la del Betis no iba a ser menos. Se dice que a entrenador nuevo, victoria segura, pero tampoco está demostrado que sea garantía de triunfo. Pero se da la circunstancia de que no se cambió de entrenador, precisamente, por causa de unos malos resultado por lo que sólo sólo cabe desear que siga la racha por el bien de todos los que van en la barca.