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las claves

pilar Cernuda

Ciutadans, el partido que crece y crece y crece

Auge. La formación que dio la campanada hace cuatro años en Cataluña hoy sería la cuarta o quinta fuerza, por encima de IU, gracias al declive de UPyD y al desencanto de los partidos mayoritarios

HACE apenas un año contaba con 1.000 militantes, hoy ya son 7.000 y sus pronósticos apuntan a que en el mes de mayo, cuando se celebren las elecciones autonómicas y municipales, puedan alcanzar los 10.000.

Los sondeos indican que Ciutadans, el partido que dio la campanada en Cataluña hace apenas cuatro años cuando logró una representación parlamentaria muy por encima de lo que indicaban los pronósticos, hoy sería la cuarta fuerza o quinta fuera en España, incluso por encima de Izquierda Unida. Ya no se llama Ciutadans sino Ciudadanos, o Movimiento Ciudadano, y tiene previsto presentar candidaturas en todas las comunidades y en la mayoría de los municipios. Desde luego, en los más importantes.

Albert Rivera, su máximo dirigente, aquel del que tanto se rieron los candidatos históricos cuando en su primer cartel electoral apareció desnudo, con una fotografía en blanco y negro, hoy es uno de los políticos con mayor índice de aceptación, se lo disputan las tertulias televisivas, tanto las rigurosas como las que se han apuntado al circo y promocionan figuras no siempre muy sólidas, y su grado de conocimiento fuera de Cataluña -ahí es mucho mayor- alcanza el 70%.

Cuenta con dos escaños en el Parlamento Europeo, el abogado Javier Nart y el periodista Juan Carlos Girauta, que mantienen una excepcional relación política con dos de los cuatro eurodiputados de UPyD, Fernando Maura y Enrique Calvet. Los dos estaban de acuerdo con el cabeza de lista de esa formación, Sosa Wagner, que renunció a su cargo y a su militancia en UPyD tras el acoso que sufrió por parte de sus compañeros cuando se atrevió a pedir una negociación con Ciudadanos para tratar de sumar fuerzas, ya que contaban con un número considerable de objetivos comunes.

El empeño de Rosa Díez en no alcanzar ese acuerdo, a pesar de que autorizó un simulacro de negociaciones que desde el principio se auguraban fallidas precisamente porque era muy evidente que se trataba de un simulacro, es lo que ha provocado una profunda crisis interna en UPyD y un trasvase considerable de militantes de este partido hacia Ciudadanos. Y ha provocado que la propia Díez, hace pocos días, haya abierto la puerta a la posibilidad de no presentar su candidatura a la Presidencia del Gobierno, como ha hecho en las tres últimas elecciones.

Ciudadanos ha promovido su crecimiento con una estrategia bien diseñada por Albert Rivera. Aparte de potenciar su presencia en los medios de comunicación y participar en cuanto foro se le presentaba, ha potenciado Ciudadanos como si se tratara de un movimiento, más que de un partido político. Se ha abierto y acrecentado su presencia buscando el apoyo de destacados personajes en diferentes regiones y alcaldías sin que eso supusiera que esos apoyos se convertían en militantes o candidatos -Toni Asunción en Valencia, Joaquín Leguina o Manuel Conthe en Madrid- y desde hace un año Rivera y su segundo de a bordo, el economista Manuel Villegas, preparan el partido para que pueda presentar candidaturas en las elecciones de mayo.

Valencia, Cataluña y Madrid son la prioridad, pero pretenden contar también con buenos carteles en las capitales andaluzas, y en los más importantes municipios de otras comunidades, aunque hasta el momento donde tienen el partido más consolidado es en estas tres regiones.

En Valencia han sumado a sus filas a Carolina Punset, con amplia experiencia en ecologismo y movimientos ciudadanos, concejal de Altea y con un entusiasmo fuera de serie, como el de su padre, el ex ministro y divulgador científico Eduardo Punset. Rivera es quien tira del carro en Cataluña, donde es sobradamente conocido y cuenta con una buena representación parlamentaria, que ha realizado un papel relevante en esta complicada legislatura marcada por el desafío independentista de Artur Mas, y en Madrid buscan candidatos de peso para la Alcaldía y el Gobierno regional.

No han encontrado de momento un fichaje estrella, propio de quien se presenta por primera vez con ansias de victoria en la ciudad más significativa, en la capital, y si antes de febrero, cuando se celebrarán las primarias en Ciudadanos, no consiguen un candidato de renombre, se inclinarán por dar una oportunidad a quien lleva meses tratando de potenciar el partido en Madrid, Ignacio Aguado, un joven con ganas de comerse el mundo y que sigue una línea muy parecida a la de Rivera: cercanía, mensajes que todo el mundo entiende y comparte.

En el País Vasco encuentran una importante respuesta en personas que se sentían cercanas a UPyD y que, sin embargo, se han desencantado de Rosa Díaz; al igual que ha ocurrido en Valencia, de donde proceden gran parte de los nuevos militantes, hasta ahora militantes o votantes de UPyD. Han creado ya pequeñas infraestructuras en las dos Castillas, con la esperanza de lograr representación en algunas de las capitales y quizá en los parlamentos autonómicos, mientras que en Galicia, que sólo celebra municipales en mayo, todavía es una región en la que no cuentan con excesivo peso, pero su idea es presentarse en todas las grandes ciudades para tratar de conseguir representación municipal.

Desde las concejalías y parlamentos quiere Ciudadanos visualizar que hay en España un partido que tiene posibilidades de crecer considerablemente y convertirse en un posible socio de Gobierno en el futuro. Gobierno de centro, hasta ahora Albert Rivera se sitúa en el centro político, lo que le permite abrir cauces de diálogo con los partidos mayoritarios, porque no se sienten cómodo con los extremismos. No quiere saber nada de Podemos, por ejemplo. Y no le gustan proyectos como los de Le Pen en Francia, que en España además no tienen homólogo, la extrema derecha apenas existe.

Ciudadanos y Albert Rivera además quieren presentar sus candidaturas explicando a la gente que detrás de cada propuesta hay un partido sólido, no un grupo de oportunistas que pretenden hacerse con los votos del desencanto que han provocado las políticas de ajuste de Mariano Rajoy y las tensiones internas que se viven en el PSOE.

Es la razón de que Rivera haya dado prioridad al proyecto económico de su partido, que ha dejado en manos de Manuel Conthe -ex secretario de Estado de Economía que dimitió como presidente de la CNMV porque consideraba que el Consejo de la entidad estaba excesivamente condicionado por la Oficina Económica del Presidente Zapatero- y por Luis Garicano, economista de la London School of Economics, autor de varios libros de teoría económica y destacado columnista en distintos medios, entre ellos el Financial Times.

Cuenta Ciudadanos con un líder creíble, que se mueve bien en los medios de comunicación, que no siente complejo por definirse de centro y que ha plantado cara al independentismo.

Empeño en hacer las cosas bien no les falta, ni ilusión. Cosa distinta es que la línea que se han marcado sea la que los españoles consideran necesaria, y que además encuentren candidatos a los que los españoles confíen su voto. Otros partidos que salieron con tanto empuje o más se quedaron a mitad de camino. Pero en este momento, con el declive de UPyD y el desencanto hacia los partidos mayoritarios -es habitual en tiempos de crisis, no hay más que echar un vistazo a Europa-, las encuestas auguran que Ciudadanos gana peso.

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