Cogobernar con los alcaldes

Las 'botellonas' deben ser suprimidas, pero cogobernar el ocio nocturno es más difícil de lo que parece

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, convocó ayer a los alcaldes de las ocho capitales de provincias andaluzas en el Palacio de San Telmo. ¿Los invitó a una barbacoa, como algunas familias que propagan el coronavirus cuando se reúnen sin precauciones? No, era para ejercer la cogobernanza en esta nuestra comunidad. Por culpa del coronavirus vivimos tiempos diferentes. Antes los gobiernos gobernaban solos, para eso habían ganado las elecciones. Pero ahora, como la gente está que trina, buscan a los demás para compartir las responsabilidades. Empezó Pedro Sánchez, que después de su nefasta gestión de la pandemia pidió el apoyo incondicional de todos para levantar el país que él había hundido previamente. Juanma no llega a tanto, pero ha querido dar un testimonio de la cogobernanza en los tiempos del Covid-19.

Convocó a Juan Espadas y los demás alcaldes para prohibir los botellones y las botellonas y para limitar el ocio nocturno. Hay mucha sensibilidad, después de lo que se ha montado con Boris Johnson y el turismo británico. Ante el jaleo, se pide para Andalucía el mismo trato que para Baleares y Canarias, lo que parece justo y necesario, pues el Gobierno no puede apoyar sólo a esas dos comunidades insulares, que tienen presidentes del PSOE.

Acabar con el ocio nocturno es bueno para la salud, pero no ayuda para cierto turismo, por el mensaje que están dando en Europa. Brote aquí y brote allí, confínate, confínate… Entonces hay que elegir entre la discoteca, dormir en el hotel o quedarte en tu casa y no viajar. La responsabilidad para prohibir el ocio nocturno debe ser de la Junta, como había advertido el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

Las botellonas asilvestradas deben ser tajantemente suprimidas, pero la cogobernanza del ocio nocturno es más difícil de lo que parece. Como aquí tenemos policía autonómica, pero no mossos ni ertzainas, resulta que al final, no se sabe cómo, los palos le caen a la Policía Local, que es la de todos los sevillanos. Es decir, se cogobierna así: la Junta prohíbe, la Policía Local va a las bravas, y la Policía Nacional aparece cuando han volado algunas piedras o botellas si se diera el caso.

Es un problema de filosofía y letras. La filosofía es que si el ocio nocturno realmente es un foco de contagios tan terrible como se dice hay que ponerlo en cuarentena del tirón, pero de un modo serio y eficiente. Y las letras deben estar muy claras en el BOJA, de modo que no haya lugar a interpretaciones ni a dudas. Recomendar no vale pa ná, se vio con las mascarillas. Es preferible prohibir lo que sea necesario.

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