Hasta hoy domingo está expuesto el Gran Poder a la veneración de los fieles con motivo del 400 aniversario de su talla. Los devotos no pueden besar la imagen, pero sí contemplarla muy de cerca al estar situada en el presbiterio de forma extraordinaria. Las colas para acceder a la basílica son muy extensas, prueba de la honda devoción que se le profesa a esta imagen en Sevilla desde hace ya cuatro siglos. La ciudad no se entiende sin Jesús del Gran Poder, más aún en los tiempos difíciles que la pandemia nos ha obligado a vivir. Miles de sevillanos recurren a la oración ante el Nazareno al que ya rezaron sus padres, sus abuelos y los padres de sus abuelos.