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rafael / sánchez Saus

Comparación ineludible

Apropósito de la irrupción de Alternativa por Alemania (AfD) en las elecciones regionales germanas de los últimos tiempos, da verdadera grima constatar la vulgaridad y estolidez de los medios conservadores españoles, tanto en el mero relato del fenómeno como en el análisis de lo que está sucediendo. Por supuesto, no hay puntada sin hilo y lo que comentaristas y editoriales quieren dejar muy clarito con su continuada manipulación es que aquí, de ninguna manera, se podría consentir tal cosa. ¿Y qué es esa cosa? Pues la aparición o renovación de un partido capaz de representar a la derecha social y que rompiera el monopolio político de quienes, sobre el voto de aquellos que desprecian, forman gobiernos que no sólo no cumplen sus promesas sino que actúan sistemáticamente en contra de las convicciones e intereses de sus electores.

Pero si eso no es posible en España, no es sólo porque exista -que existe- una especie de conjura para hacerlo imposible, también porque la menguada y acomplejada derecha española no es capaz de encontrar ni el discurso ni las formas que le permitan conectar con los sectores sobre los que podría construir su propia alternativa. Gentes a las que hoy nada mueve que no sea el miedo a la izquierda cainita que amenaza y a los que se mantiene en la ignorancia de sus intereses y en la resignación ante el continuo ataque a sus ideas, valores y estilos de vida. Un amigo español pero residente en Alemania desde hace años, a propósito de la AfD, me escribe: "Yo comparo a los políticos de la derecha española en general, a los ya instalados y a los más jóvenes, con lo que veo en Alemania, y la comparación es muy triste: la clarividencia con que aquí analizan los problemas que ponen en peligro la supervivencia de nuestra civilización a largo y quizás ya a medio plazo; la falta de complejos con que los exponen y se enfrentan a la izquierda; su capacidad para desenmascarar tópicos que se cuelan en los análisis; la fuerza para resistir ataques mediáticos; la habilidad para encontrar formas de comunicar su mensaje fuera de los medios grandes, etc. La nueva derecha alemana se mueve en un nivel muy diferente de la nuestra".

La derecha española, atenazada por el miedo, parece la exacta antítesis de todo eso, mientras la nación y la democracia sufren las consecuencias de décadas de dominio ideológico de la izquierda. Así nos va.

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