Se publicó en el BOE la creación del Consejo Estatal de Participación de la Infancia y de la Adolescencia. Su objetivo es garantizar "el ejercicio efectivo del derecho de participación en la formulación, aplicación y evaluación de planes, programas y políticas nacionales que afectan a los niños, niñas y adolescentes" y "favorecer la construcción de la ciudadanía activa de las niñas, niños y adolescentes como parte de una sociedad democrática a través de un foro de participación en el que expresen libremente sus ideas y propongan medidas, defiendan el reconocimiento social de sus derechos, formulen propuestas sobre cuestiones que les afectan de ámbito estatal y se erija en portavoz e interlocutor de las niñas, niños y adolescentes ante las instituciones públicas". Estará formado "por niñas, niños [olvidaron los niñes] y adolescentes con edades comprendidas entre 8 y 17 años en el momento de su designación, con posibilidad de permanecer como miembros con 18 años cumplidos hasta la finalización de su mandato".

Se pueden hacer muchas objeciones. Por ejemplo, a su operatividad real. De los 8 a los 18 años va un abismo en formación, información, independencia de criterio, experiencia, maduración intelectual o capacidad de análisis difícilmente salvable. O a su carácter manifiestamente decorativo, tanto por lo anterior como por muchas otras razonables cuestiones. ¿Serán algo parecido a los antiguos muñecos de Roldán de niños vestidos de jueces, abogados, dentistas o médicos? Tal vez la más seria es si lo que se pretende, más que favorecer "la construcción de una ciudadanía activa", sea instituir un criadero de políticos profesionales (en el peor sentido de esta palabra).

Padecemos el mal de los políticos crecidos en las secciones juveniles de los partidos en los que entraron sin terminar sus estudios para no volver a trabajar en el sentido serio de la palabra, es decir, fuera de las estructuras o enchufes anexos de sus partidos. ¿Cuántos no han ejercido nunca una profesión? ¿Cuántos tienen que ser 'recolocados' al perder sus cargos? ¿Por qué se llama al Senado 'el cementerio de los elefantes' al que van a parar los más afortunados tras perder sus presidencias autonómicas o alcaldías? A las NNGG del PP se accede a los 16 años y a las Juventudes Socialistas a los 14, por citar los partidos mayoritarios. A lo peor desde ahora baja la edad a los 8.