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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Coronavirus y viruscorona

Cuando el coronavirus pase llegará el órdago republicano y una crisis económica favorable al radicalismo

En tiempos duros de coronavirus explota el virus de la corona. El juego de palabras es facilón. Los hechos son graves. Por el bien de la institución monárquica, don Juan aceptó en 1947 que don Juan Carlos se educara en España bajo la tutela de Franco, en 1969 se tragó -atragantándose- el nombramiento de su hijo como sucesor de Franco con el título de rey y en 1977 renunció a sus derechos dinásticos. En 2014, Juan Carlos I abdicó cercado por escándalos y en 2019 se retiró de la vida pública. Ahora Felipe VI renuncia a la herencia de su padre y le retira la asignación por sus supuestas cuentas en Suiza. Nada está probado. Don Juan Carlos I ha elegido a un antiguo fiscal anticorrupción para "ejercer su derecho a la defensa". Pero estamos en tiempo de condenas sin juicio y las cuentas suizas, sumadas a escándalos anteriores, han hecho necesario este gesto de ruptura que, unido a la que se dio entre don Juan y don Juan Carlos, crea una cadena dramática -incluso melodramática al darse entre padres e hijos- en la línea dinástica española que se remonta, por otras causas, a Alfonso XIII. Este murió en el exilio, su hijo no reinó y su biznieto ha roto con su padre quien, a su vez, es posible que se retire a un exilio voluntario.

La crisis del coronavirus lo ha relegado a segunda noticia. Pero la epidemia pasará, dejando terribles heridas personales, sociales y económicas, y entonces cobrará la importancia que tiene. Los partidos republicanos tienen más fuerza que nunca: el más radical comparte el Gobierno de España, que además precisa el apoyo de republicanos nacionalistas de izquierda (ERC) y derecha (PNV). Cuando en 2014 abdicó Juan Carlos I las calles de muchas ciudades se llenaron de manifestaciones reclamando un referéndum sobre la Monarquía y la instauración de la Tercera República. Nadie dude que cuando la pandemia del coronavirus pase llegará el órdago republicano, caldeado en un escenario de crisis económica favorable al radicalismo.

De momento las urgencias son otras y el problema mayor es que hay demasiados ciudadanos que incumplen el aislamiento. La mayoría está actuando responsablemente. Pero hemos visto imágenes de los cercanías de Madrid y Barcelona abarrotados, y en alguna empresa los trabajadores, obligados a incorporarse a sus puestos, han tenido que plantarse. Mientras ayer al mediodía España sumaba 1.000 casos en un día, alcanzando los 9.121 contagiados.

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