FERIA Toros en Sevilla hoy en directo | Morante, Castella y Rufo en la Maestranza

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Cría groseros y se despatarrarán

La progresía que montó una cruzada 'liberadora' contra la urbanidad ahora da "consejos de uso cívico"

El Ayuntamiento de Manuela Carmena inicia una campaña de "consejos de uso cívico" en los autobuses y en el metro que invitan a no despatarrarse (manspreading, según los usos internacionales finos) invadiendo el espacio de quienes se sientan junto al despatarrado, no poner los pies en los asientos, usar auriculares en vez de atronar a los otros usuarios o no llevar la mochila a la espalda ocupando más espacio y arreando mochilazos a diestro y siniestro. La iniciativa, en lo que se refiere al despatarre, parte del colectivo feminista Mujeres en Lucha. ¡Ay qué risa! ¿Ahora? Antes se enseñaba a los niños en los colegios y en las familias una cosa llamada urbanidad -palabra que significa comedimiento, atención y buen modo- consistente, en primer y fundamental lugar, en no agredir a los demás violentándolos con comportamientos groseros; y después en unas prácticas corteses que hacen más amable la convivencia.

El problema es que desde esa misma progresía que ahora se ve obligada a colocar estos "consejos de uso cívico" se montó desde finales de los 60 -pocas décadas empezaron mejor y terminaron peor a partir del 68- una cruzada liberadora contra la urbanidad, tanto en lo esencial para la convivencia como en lo amable; porque se decía que era represiva y ponía límites convencionales a la libertad y la espontaneidad imponiendo (¡porque era una cuestión ideológica!) a todos las costumbres y normas de un grupo dominante (racial, social, cultural), y se utilizaban para diferenciar entre clases superiores e inferiores. Y se educó, más bien se deseducó, siguiendo estos criterios para liberar a las criaturas de estas opresiones reaccionarias y clasistas.

Años después, ante la carencia de esa forma de educación para la convivencia llamada urbanidad, es necesario recordar en el transporte público que deben guardarse ciertas reglas de comportamiento. Es el regreso de los letreros de "Prohibido escupir" que se correspondían a una España atrasada, poco educada y nada europea. Aquello se superó gracias al progreso educativo y ahora vuelve a causa de la deseducación programada como anticonvencional espontaneidad. Cayó en desuso tanto lo cortés, porque cederle el asiento a las mujeres se consideró machista, como lo necesario para convivir, como cedérselo a las embarazadas o las personas mayores, no poner los pies en los asientos, no molestar con gritos o músicas y no despatarrarse. Cría cuervos...

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios