Cuadratura del presupuesto

Ni PP ni Ciudadanos por una parte, ni Participa ni IU por la otra, están dispuestos a dar un cheque en blanco

El presupuesto municipal de 2019 para Sevilla es como la cuadratura del círculo. Puede que también sea como una partida de ajedrez político, en la que todos los grupos municipales mueven las piezas tras reflexiones y dudas. Por una parte, el alcalde, Juan Espadas, está intentando que se los aprueben sí o sí, mediante el ardid de la abstención forzada. Pero ni PP ni Ciudadanos por una parte, ni Participa ni IU por la otra, están dispuestos a darle un cheque en blanco, por la cara, para sus cuentas. Es decir, que sin una negociación, y sin compromisos concretos, no les va a dar coba otra vez. Pues tanto PP como Ciudadanos afirman que el alcalde ha incumplido muchos de los acuerdos pactados en 2018.

El problema para Espadas es que debe elegir bien sus compañeros de viaje. Si se aprueba un presupuesto para 2019 tras un acuerdo del PSOE con IU y con Participa, en el PP y Ciudadanos se frotarán las manos. Porque dirían que Espadas revira a la izquierda más extrema, con unos inconvenientes obvios. Eso rompería la imagen moderada y centrada del alcalde, que le hace encajar bien en ambientes sociológicamente de derechas. Y en los votos del centro, que en Sevilla son muchos, se va a decidir el siguiente alcalde.

Por otra parte, la abstención del PP y de Ciudadanos (que se miran de reojo para ver qué hacen) tiene un coste, como han dejado claro tanto Beltrán Pérez como Javier Millán. Ambos grupos municipales del centro derecha han acusado al alcalde de no cumplir una gran parte de los compromisos alcanzados en 2018. Por consiguiente, antes de un nuevo acuerdo, Espadas debería negociar cambios a su proyecto y cumplir lo que tiene pendiente.

Beltrán Pérez prefiere que se note el rol de oposición del PP, y el cuerpo le pide votar en contra, por lo que Espadas debe ofrecer algo importante para convencerlo. En cuanto a Ciudadanos, su portavoz, Javier Millán, exige una negociación previa, y no sólo con el PSOE de Espadas, sino también con el PP de Pérez. Es decir, que prefieren un acuerdo a tres, para que no se les vea como bastón del alcalde.

En años anteriores no fue tan difícil, pero estamos en periodo preelectoral. Un presupuesto pactado entre PSOE, PP y Ciudadanos parece lo mejor, porque el próximo alcalde será de uno de esos tres partidos, y ya lo tendrían adelantado. Pero no valen las amenazas de los 30 millones perdidos (que no son ciertas), ni la presión de lo tomas o viene el caos. Si Espadas es buen negociador lo debe demostrar, y si no es capaz de convencer a la oposición Sevilla se quedará sin presupuesto.

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