Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Cuestión de calendario

Sin temor a exagerar se podría decir que Espadas es uno de los mayores interesados en la estabilidad de la Junta

La estrategia más inmediata de Juan Espadas pasa por desembarazarse lo antes posible de Susana Díaz -lo que ha logrado cerrar con el acuerdo que se hará oficial esta semana- y por ganar espacio político para consolidarse como única referencia del socialismo andaluz. A esta última necesidad responde su reunión del jueves con el presidente Juanma Moreno, con el que ha iniciado una etapa de deshielo que nadie hubiera podido imaginar hace unas pocas semanas, pero del que nadie sabe el recorrido que tendrá ni cómo acabará. Lo que ha hecho Espadas ofreciéndose a sacar adelante la ley de ordenación del territorio que le tumbó Vox y a la que el PSOE también se oponía puede tener una lectura institucional. Pero también la tiene estratégica: saca del Parlamento y del debate político el que podría ser el principal argumento de Moreno para adelantar unas elecciones que cogerían al candidato socialista con el pie cambiado, sin haber puesto en marcha el trabajo que le queda todavía para hacerse conocer fuera de Sevilla y, no se olvide, con todas las encuestas dándole al PP una victoria que lo consolidaría en el poder, con la ayuda de Vox, durante los próximos cuatro años. Se podría decir, sin temor a caer en la exageración, que ahora mismo Juan Espadas es uno de los máximos interesados en que se mantenga la estabilidad del Gobierno de Moreno y Juan Marín. Veremos hasta cuándo.

Y veremos también hasta cuándo del presidente de la Junta se mantiene firme en su decisión de llevar la legislatura hasta su final legal. Por ahora no siente el aliento socialista en la nuca: el PSOE ha perdido mucho terreno político y eso no se recupera ni en un día ni en dos. Pero el tiempo juega a favor de la consolidación del nuevo liderazgo en el PSOE. A nadie se le oculta que, si en San Telmo no parecen apurados por el calendario, no pasa lo mismo en la calle Génova de Madrid. Hay presiones fuertes de Pablo Casado para que Andalucía vaya pronto a las urnas. Piensan en el estado mayor del PP que un triunfo amplio de Juanma Moreno, aunque no tendrá la contundencia del obtenido en Madrid, abriría las puertas de la Moncloa al aspirante conservador. Está por ver que esas presiones den resultados inmediato. Las relaciones dentro del PP entre Andalucía y Madrid no pasan por su mejor momento y las broncas se suceden. La última a cuenta de la sustitución de Beltrán Pérez como portavoz municipal en Sevilla.

El presidente de la Junta es consciente de que precipitar el calendario sin más argumento que la conveniencia partidista podría jugarle una mala pasada. Además, en lo que resta de año desplegarán todo su potencial de recuperación social y económica la campaña de vacunación y la llegada de los fondos europeos. Eso siempre rentará mucho más al que está en el Gobierno que al que aspira a estarlo.

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