La esquina

josé / aguilar

Cuestión de grasa

HA sido el portavoz parlamentario, José Antonio Castro, el encargado de dejar constancia pública del malestar de Izquierda Unida con el PSOE por la política de hechos consumados con que los socialistas parecen afrontar la elaboración de los presupuestos -restrictivos: 1.200 millones de euros de gasto menos que este año- de la comunidad autónoma para 2014.

"Molesta" ha dicho Castro que está la coalición porque la consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, haya dado por supuestas decisiones en materia presupuestaria (por ejemplo, continuidad de los recortes en las pagas extras de los funcionarios o nueva caída de las inversiones) que corresponde negociar y adoptar a los dos socios. Quizás Montero no haya caído en la cuenta de que ahora, como titular de Hacienda, no puede actuar con la autonomía de cuando era consejera de Salud. Si hay una consejería transversal en la Junta, es la de Hacienda; si existe una política que debe reflejar el poder compartido por PSOE e IU, es la presupuestaria. ¿Qué coalición sería esa en la que no se debate cómo repartir el -escaso- dinero del que se dispone?

Yo creo que IU está algo más que molesta con el PSOE. La irritación procede, insisto, de que los socialistas anuncian cómo va a afrontar el Gobierno andaluz el ajuste del presupuesto 2014 sin haberlo acordado antes en el comité paritario que vigila y aplica el pacto. Castro fue explícito: "Algunos no se dan cuenta de que están donde están porque IU lo ha querido" (bueno, y también porque a IU le ha convenido, seamos justos).

La discrepancia de Izquierda Unida que ha provocado este toque de atención viene del capítulo de ingresos y del capítulo de gastos, como parece lógico tratándose de presupuestos. En el primero, es conocida la errónea propuesta de la coalición de aumentar los ingresos por la vía de implantar nuevos impuestos y tasas, inconveniente en una Andalucía ya fiscalmente muy castigada y que necesita más ahorro y más consumo. En cuestión de gastos, IU discute, con toda razón, la tajante afirmación de la consejera de Hacienda de que la Administración autonómica ya no puede adelgazar más, y propone auditar el sector público y obrar en consecuencia.

La gente tiene la impresión, certera, de que en Andalucía todo ha sufrido mermas y recortes excepto el tamaño y el peso del aparato que decide mermar y recortar. Repásese el bosque de empresas, fundaciones, observatorios, consorcios y demás inventos.

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