Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

¿Debe quedar en el campo lo que ocurre dentro?

Desde el domingo por la tarde se abrió un juicio sumarísimo a un jugador sin pruebas en su contra

Lejos los tiempos aquellos en que cuando el balón llegaba por vía aérea, el Aguirre Suárez de turno daba la voz adecuada con la que arengar a sus colegas. "¡Que se nos llevan la prima!" gritaba el célebre compañero de Bilardo en Estudiantes de la Plata con el propósito de que ni hubiera distracciones en la tropa ni que el enemigo diera con la portería. Era uno de los elementos de los manidos códigos que deberían reinar en la cancha.

Lo que pasa en el partido no debe salir de él es la filosofía imperante para que ese funesto otro fútbol tomase cartas de naturaleza. Pero la proliferación de cámaras que como un gigantesco Gran Hermano fiscaliza el fútbol ha hecho que esa práctica de que lo que pasa en el campo no salga de él no viva sus mejores momentos. Sin embargo, alguna secuela de aquello sigue deslizándose y cazado por las cámaras, incluso el lenguaje de labios ha delatado alguna irregularidad.

Y ha surgido lo de Cádiz para que resurja el dilema de si los códigos de marras deben seguir vigentes o no. Pero lo que antes era una artimaña para sacar provecho, lo de Cádiz entre un blanco de Lebrija y un negro de Francia ha abierto la más inimaginable caja de truenos. Nadie sabe qué hay de cierto en las acusaciones del valencianista galo ni qué de verdad en la autodefensa del lebrijano, pero a pesar de ello, y sin juicio previo, las sentencias no se han hecho esperar.

Necesita el fútbol un lavado de cara indudable, pero también convendría no saltarse la presunción de inocencia en la carrera hacia el juicio justo. Si es cierto que Cala le dijo a Diakhaby lo que éste afirma, pues que se le aplique el reglamento es lo que procede. Si no es cierto, si el francés oyó mal y escuchó lo que no le dijeron, pues que todos entonen el mea culpa aun a sabiendas que cuando un cántaro se rompe resulta imposible recoger hasta la última gota del agua derramada.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios