PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Decretazo antigrasas

SON días de golpes de efecto, porque no hay punch para contrarrestar lo que nos hace más efecto, la crisis económica. Me sorprende que el ministro de Sanidad o la consejera de Salud no hayan adoptado aún una medida drástica que sería hipercomentada: la prohibición del uso de grasas artificiales hidrogenadas en la elaboración de alimentos. Las llamadas trans, aún más dañinas que las saturadas, y cuyo negocio consiste en añadirle hidrógeno líquido al aceite a temperaturas muy altas. Son causa directa del aumento del colesterol malo, de la obesidad, de la diabetes y de las patologías del corazón. Tras las ofensivas contra el tabaco y los accidentes de tráfico, ambas con buenos resultados, ahora toca la batalla de la alimentación.

Aunque personajes como Schwarzenegger y Bloomberg se les han adelantado, dictando en todo el estado de California y en la ciudad de Nueva York la prohibición del uso de las grasas trans en restaurantes a partir del 1 de enero de 2010 (y allí casi todos los restaurantes son de grasienta comida rápida), hay campo para que Soria y Montero presuman de ser más progresistas que Conan el bárbaro o el magnate de la información financiera. Vayan más lejos y prohíban la fabricación y venta de comida preparada que incluya las trans. Aprovechen la ola de opiniones y decisiones favorables para la derrota del american way of food y pónganles un plazo a las multinacionales que elaboran en España multitud de productos envasados bajo marcas muy populares.

La polémica será inevitable. E incluso deseable si la aceleran antes del comienzo del curso escolar. La mayor parte de las familias están gastando menos en todo lo concerniente a la vuelta al cole y más en los supermercados porque les sale más barato un picoteo en casa con la tele puesta que consumir en la calle. Y no es precisamente fruta y verdura lo que más se come vía carro de la compra. En un país ahora más parado y donde la actividad física de la población ha descendido un 30% en los últimos 20 años, a más crisis es factible más grasa y más obesidad. Si no se remedia con un decretazo.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios